Festivales para recordar: 1985

Seguimos recordando lo que fueron los festivales de Viña más memorables del último tiempo y en esta ocasión nos encontramos con el certamen de 1985, realizado del 13 al 18 de febrero, y que contó con la presencia de John Denver, el astro de la canción hispana José Feliciano, Rita Lee y su One Hit Wonder "Danza Perfume", Mandolino, Pujillay por segundo año y el hard rock con el grupo suizo Krokus.

La escenografía de ese año fue bastante innovadora: Habían unas partes de la escenografía que daban vueltas en el escenario, y la orquesta se ganaba en la altura, a diferencia de otros años que estaba justo abajo del escenario de la Concha Acústica. Y también es el año en que debuta el jingle más recordado y que quedó en el inconsciente colectivo de los festivaleros, ese de "Viña es un festival, música junto al mar, lalalalalalala...", que fue el sello hasta 1989.

Ese año también debutaba la pareja más recordada que haya animado el festival: Vodanovic como siempre y debutaba Paulina Nin de Cardona, que en ese tiempo era una animadora piola, y que a decir verdad iba a debutar en el certamen anterior, pero debió declinarlo debido al nacimiento de su hija, que nació justo el primer dia de la versión de 1984.

También hacía su aparición por primera vez, desde el público de la Quinta Vergara, un muñeco creado para "animar" al monstruo. Estamos hablando de "Cirilo", un campesino que vivía justo en el bosque aledaño al anfiteatro -ese donde "La familia Miranda" pasaba de colado-. Pero la lentitud de sus diálogos con Vodanovic hicieron que fracasara, ya estaban que lo molían a pifias y en las 5 noches restantes brilló por su ausencia.

Si hay tres canciones que remecieron las competencias estas fueron: "Que cante la vida", insoportable canción de Alberto Plaza, que fue el puntapié inicial de la carrera de este insufrible cantante nacional, "Parece" de la mexicana no-vidente Crystal -y que fue compuesta por el mismísimo Sergio Andrade, si, el mismo manager de Gloria Trevi que se metió en el escándalo ese de la trata de blancas-, y en la folclórica "Reina del Tamarugal" del grupo Calichal, que hasta el día de hoy identifica lo que es la Fiesta de la Tirana.

Pero, si hay alguien que sencillamente la rompió sobre el exigente público, ese era el nacimiento del "Sol de América", Luis Miguel. Con 15 años en el cuerpo, y con un maletin lleno de éxitos como "Decídete", "Un rock and roll sonó", "Isabel" -que para esa ocasión lo interpretó con Andrea Tessa, y que fue usado para los cierres del "Más Música"-, "1+1=2 enamorados", y el que provocó el delirio de muchas "Palabra de honor", fue largamente esperado por sus fans que desde el momento que aterrizó en la Quinta, no dejaron de gritar por él. Y ni se imaginan lo difónicas que quedaron las miembros de la fanaticada de ese entonces. Y claro, era primera vez que una estrella de excepción llegaba a Viña. Abrió su show con una versión extraordinaria del clásico mexicano "Cucurrucucú paloma", y al momento de "Palabra..." sin duda el zumbido en los oidos provocado por los gritos de las fanáticas duró por lo menos una semana.





Pero ese año también el siempre implacable "Monstruo" se manifestó con varios artistas que arribaron ese año, y vaya como lo hizo. Dyango fue uno de ellos, que debido a la poca novedad de su repertorio fue abucheado hasta por sus propias fans. O sea, si hay algo peor que te pifee el público es que te pifeen hasta tus fans. Resultado: El papá de Marcos Llunas terminó llorando sobre el escenario. Su compatriota Miguel Gallardo corrió la misma suerte, y todo gracias a que le dedicó la canción "Muchachita" a los chilenitos... ¡es que simplemente requetecontraultra no podís! Y cuando interpretó su últraconocido hitazo "Corazón" y llegó al coro de "Vuela a mis brazos igual que un gorrión", las almas que repletaban la Concha Acústica le contestó con un chilenismo muy famoso que termina en "...on".

Y también fue víctima de feroces pifiaderas María Conchita Alonso, la exquisita cantante venezolana -y que el día de hoy es una ferrea opositora del gobierno del Patán de Miraflores- sufrió harto en el escenario. Aparte de los chiflidos, tuvo varios desperfectos, como que cuando cantó "Noche de copas", la orquesta estaba muy dessincronizada con el ritmo de Alonso. Y otros que si bien no fueron pifiados, pero que simplemente pasaron desapercibido, fue el grupo hard-rock suizo "Krokus". Y claro, eran tiempos en que el metal pesado no era muy seguido como ahora, aunque siempre tuvo su fanaticada.

Si no me equivoco, este extracto que vemos acá fue emitido en un programa satélite que daban en TVN los días previos al festival, tipo "Cantaron en Viña un día", por ahí por 1989 o 1990. Si alguien tiene información, será bienvenida.

Pero el humor se lo llevó el grupo porteño comandado por Alvaro Salas, con sus chistes cortos y que incluso incluyeron una mofa a Maria Martha Serra Lima, cantautora argentina que se presentó ese mismo año. Finalmente la competencia se la llevó Australia, con la canción "Yo ya no puedo más", cantada en español por Lorenzo Toppano. Al día siguiente, el compatriota de Kylie Minogue reconoció que no merecía ser el ganador, sino que el verdadero merecedor de la estatuilla era Alberto Plaza.

El próximo año que desmenuzaremos será un año polémico en todo sentido... 1988

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