En un esfuerzo de La Tele Según Caamaño hemos conseguido la edición de esta semana de este periodico para reseñar y comentar junto a ustedes los contenidos de este reportaje. Obviamente acá vamos a destacar lo más importante porque es demasiado extenso.
No más preámbulos y vamos directo a la acción...
La pregunta habitual de todos los días es: "¿Viste Mundos Opuestos anoche? ¿No? Te perdiste las confesiones de la polola de Koche, que fue a decirle que le fue infiel?. Rating: 32 puntos. A todas luces es el tema de moda y quien no está al día queda fuera de las conversaciones y debates que se producen a partire de los hechos que se van desencadenando en este reality, que es grito y plata y que incluso le peleó -y a veces le ganó- el primer lugar de sintonía a Chilevisión durante el Festival de Viña.
Lamentablemente es así. Yo confieso que al principio encontraba digerible "Mundos opuestos" solo porque era lo mejorcito del verano y pensé que iba a durar solamente en la temporada estival. No fue así y los cerebros del 13 (Nakasone incluido) resolvieron alargarlo para Mayo, y para más remate, transmitido de lunes a viernes una vez que comience el nuevo estelar de concursos de Don Francisco "Atrapa los millones". Yo se los firmo: Al final esto les va a salir aburriendo por saturación.
Lo paradojal es que el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) ha recibido más de 600 reclamos en contra de Mundos Opuestos por diversas razones: violencia, vulgaridad, agresión hacia una mujer y otros, nada de lo cual es azar, porque corresponde a un cuidado y perverso guión de intrigas y desencuentros prediseñados desde el casting de selección de los participantes para que se asegure que habrá "sangre" o, al menos, suficientes traiciones y sufrimiento.
Ojo con lo que destaqué en negrita. Da para entender que lo que se teje en el reality es derechamente arreglado. Convenido. Como en esos "docurrealitys" que hace MTV. Lo de violencia y vulgaridad lo encuentro demasiado exagerado, no así lo de la agresión hacia la mujer, porque eso pasó con un participante que trató de manera grosera y con violencia psicológica a una fémina. Esto no lo vi, sino que lo supe al día siguiente porque resulta que ahora todos los programas franjeados cacarean y cacarean sobre lo mismo, lo que resulta irritante.
Por estos días se escucha hablar de telebasura, telemiseria. Terminología que se ha instalado producto de lo que está pasando en la televisión chilena y que usan columnistas, especialistas, periodistas de espectáculos y opinólogos, que se pusieron de moda justamente cuando comenzó la decadencia de la televisión local. Muchas veces ocurre que quienes critican terminan siendo seducidos por un programa de buen rating, lo que les da cierta categoría en su ámbito, y ceden ante el mundo de la farándula y lo tratan de justificar con argumentos relacionados con "un buen sueldo" y para imprimirle "más seriedad".
El problema de todo esto es como logramos exterminar la telebasura si todos los periodistas que antes miraban con rabia a esto ya son parte del juego (¿aló Andrés Caniulef, Daniel Fuenzalida, Julia Vial?). Se venden por plata y por puntos de rating porque hoy día piensan que el ser farandulero o comentar lo que otro hueon hace la lleva. Sino me cree, vea como dejó Bibiano Castelló cuando asumió en la dirección de Alfombra Roja.
La farándula y el lucro
Los programas de farándula llegaron a la televisión chilena de la mano de un empresario que decidió innovar e invertir en este rubro: Rodrigo Danús, ingeniero comercial que se dio a conocer por su amistad con Cecilia Bolocco y que ahora incursiona en el mundo de las empresas de energía.
Salvese quien pueda o SQP, como es más conocido, con su nombre lo dice todo. Partió sigilosamente y luego sacó al aire Primer Plano. Danús decidió venderlos a Chilevisión y se quedó solamente con En Portada, que transmite UCV-TV.
¿Ven? Si creian que Piñera era lucrativo con sus empresas, el señor Danús la cagó. Empezó trayendo a la peor escoria a Chile y por su culpa Chilevisión vende esa escoria al televidente y jura que la lleva. Y pensar que cuando partió PP era un espacio piola como esos de E! Entertainment Television (otros que se volvieron sensacionalistas por plata). Ah, a todo esto, tengo entendido que Danús es el dueño de una hidroeléctrica que quieren instalar en medio de Coronel. Si alguien me lo puede confirmar, bienvenido sea.
La directora del Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, María Olivia Monckeberg, asegura a Cambio21 que la farándula es un fenómeno que se justifica sólo como un recurso de venta.
"La farándula es una deformación del periodismo. Se pierde allí el sentido de nuestra profesión. Existe sólo por razones de mercado. Es una expresión del extremo al que nos puede llevar el afán de lucro de algunos propietarios de medios de comunicación. Es una tergiversación de lo que es nuestra actividad; no hay aporte social alguno, salvo el de entretener a una parte de la población", enfatiza la académica.
Me da un alivio y me hace recuperar tremendamente la fe en la humanidad el saber que una académica, y además periodista (según lo que me da a entender su declaración), rechace el "periodismo de farándula". ¿Qué gracia tiene? ¿Solo catetear a uno buscando que le de una cuña que precisamente no quiere dar? ¿Cuánto les pagan a esos energumenos para hacer esa indecente y poco digna pega de no dejar en paz a un famoso (y si es que lo es, en algunos casos)? Y si, la farándula solo existe por plata. Ni siquiera existe por necesidad de imponer formatos ni de llenar la pantalla. Existe por pura plata. Y si no fuera así, no se explicaría por qué los canales de televisión no quieren traer a los artistas que de verdad la están rompiendo en el mundo, porque no es porque no pueden.
El sociólogo Pablo Huneeus expresa que "es una forma de intoxicación que tiene la gente. Una actitud de desenfreno que vino sobre todo después del terremoto, tomando una actitud de querer todo ahora".
A ello agrega que "además los chilenos lo ven para calmar los ánimos y evitar tanta noticia mala, como los asaltos, los movimientos sociales, entre otros.
Para el profesional la comparación de la farándula equivale a lo que sucede con los casinos: "la gente reclama cuando los están construyendo y del mal que pueden causar, sin embargo son los lugares de entretención que más gente reciben".
Algo de razón tiene. Sin duda el terremoto nos cambió la vida, pero... ¿tanto como para terminar siendo morbosos? Y si, tiene razón en su analogía con los casinos, y pasa lo mismo con las encuestas que hace el mismo CNTV cada año. La farándula es muy vilipendiada en sus índices, pero igual terminan viendola. Parece un círculo vicioso peor que la cocaina o la pasta base.
El experto en televisión Juan Carlos Altamirano insiste en que "la aspiración de consumir una programación con mayor variedad e innovación cruza todo el espectro social y cultural del país".
En esa línea comenta a Cambio21que "existe un sector masivo de la sociedad que ve en la televisión un medio para crecer personalmente y mejorar sus condiciones de vida, a través del acceso a la información y el conocimiento. A este sector no sólo le interesa la diversión light, perfectamente legítima y necesaria. También espera ver contenidos que satisfagan su curiosidad intelectal y cultural".
Finalmente, indica que "ante ello, cabe preguntarse si habrá mayores cambios para responder a las expectativas de los telespectadores, insatisfechos con la oferta actual".
¿Habrá mayores cambios para responder a las expectaticas de los telespectadores? Yo tengo la respuesta, y es un sí. Los canales tienen el presupuesto más que necesario para hacer un megaproyecto cultural como los que hace la BBC, la Deutsche Welle o el mismo Discovery Channel. Así como tambien lo tienen para la entretención light, para conversar con los que de verdad hacen noticia y también para encontrarse con alguien recontrafamoso a nivel mundial. El problema es que a las televisoras no se les levanta la raja y se quedan solo con "lo que vende", lo que "está de moda", lo que "la lleva". Si van a darle cabida a la gente que ve farándula, también densela a la gente que no la quiere ver y que quiere algo mejor, como yo o los que escribimos en LogosCL o en gente de Twitter como Justin Brevis.
"Nefasto, pobre y mercantil"
Pablo Huneeus considera que la televisión chilena se encuentra en su punto más "nefasto, pobre y mercantil". Dice a Cambio21 que "es asquerosamente mala, y no es una tendencia mundial, como se dice; eso ocurre sólo acá en Chile".
Tiene razón el señor Huneeus. Ni en Argentina, que la farándula es mucho más sanguinaria que acá, no hay espacio para programas de variedades. Miren el calibre de los invitados que fueron al programa de Susana Gimenez en la temporada pasada (Michael Bublé, Ricky Martin e incluso Justin Bieber) e incluso transmiten conciertos. ¡Si, transmiten conciertos!. En la televisión peruana, donde la farándula no es tan masiva, esta semana tuvieron a Joe Cocker en vivo en uno de sus programas, e incluso tienen espacios para difundir la música de ese país, y no solo la folclórica. En Europa, donde a comienzos de la decada pasada reinó la telebasura (ya me acuerdo de una editorial de la TV Grama en noviembre de 1995, donde en comparación con el "viejo continente" eramos la mejor televisión del mundo) pero que ahora está en franca decadencia. Miren al primer mundo, tienen realitys pero tambien programas culturales, programas musicales donde no solo hay videos sino que los artistas estan ahí, en vivo, cantando en el estudio. Y además de estelarísimos donde tienen a los mejores invitados de la galaxia, del mismo calibre de los que venían en los 80s y 90s. Nosotros, los chilenos, estamos siendo tan prisioneros de la farándula que estamos practicamente aislados de esa constelación de estrellas, tema para un reportaje de la próxima edición de la revista.
Hay canales que han descubierto la gallina de los huevos de oro con la farándula, como Chilevisión, que ha hecho de estos programas junto con Fiebre de Baile (famosos en llamas es el acertado slogan de éste) y la serie de Infieles (muestra escenas de sexo y mucha pechuga), sus caballitos de batalla para obtener rating y publicidad. Obviamente, necesitan muchos recursos para pagarles a los panelistas y a los invitados, algo que impusieron en ese mercado, porque siempre han estado dispuestos a conseguir al entrevistado que sea, sin importar el precio.
Ahi viene Caamaño otra vez con la forestal completa para tirarle a estos de CHV. Es que no puede ser de otra manera. Ese canal, que antes consolidaba valores a los jovenes, niños y adultos a través de sus diversos programas, hoy sin duda es el máximo estandarte de la telebasura en Chile. Gracias a ellos tienen exiliada a la calidad en nuestras pantallas, en toda índole y rubro. Imponen a famosos que no tienen meritos para hacerlo y los hacen ganar millonadas hablando tonteras. Y lo peor, es que ellos son capaces de pagarle a ellos hasta los mismos millones que podrían pagarle a superestrellas como
Bien, eso es todo lo que resumí de ese reportaje a la telebasura en Chile, que no es poco, y donde hay mucho que analizar. Ojalá algun canal se de por enterado que existe este material y que lo analice, que algún directivo de los que hacen la televisión en mi país sepa que hay gente que no está conforme con el paupérrimo y casi nulo nivel que nos ofrecen, y que hay medios y personas que se lo enrostran, como Cambio21 o quien les escribe. La cosa se puede cambiar si es que hay voluntad de los involucrados y las ganas para hacerlo, y si no están esas ganas, ahí estamos nosotros para presionarlos, aunque muchas veces se pongan tapones para los oidos y no nos quieran escuchar.
El reportaje completo lo puedes encontrar en Cambio21, que está en todos los kioskos del país (no está publicado en la web y tienes que ser suscriptor pagado para leer su versión digital). La periodista que hizo esto fue María Cristina Prudant, a quién hago llegar desde acá mis felicitaciones por este gran trabajo.
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