La directora ejecutiva de Televisión Nacional de Chile sigue firme en su proyecto televisivo, el que encabeza junto al presidente del directorio, Ricardo Solari, y así lo manifestó en su entrevista a la Revista del Sábado de El Mercurio. Para ella, TVN seguirá siendo un canal masivo, pero que constantemente esté buscando cosas nuevas hasta lograr la perfección.
Aún hay signos de flaqueza en donde la ex directora de programación de Canal 13 debe entrar a picar -como por ejemplo los sábados, donde se insiste en programar películas archirrepetidas en vez de dar monos, y en las tardes donde repiten programas del prime en vez de intentar con algo novedoso como lo que viene haciendo Polo Ramírez en sus "Sábados de reportajes" de Canal 13, que ha liderado con varios programas e incluso creando fans predilectos- junto a su equipo. El canal en septiembre va cuarto y segundo en el rating anual, sin embargo, a diferencia del directorio cortoplacista del canal de Luksic, en "la red amiga" todos reman para el mismo lado y se están definiendo poco a poco.
Pero veamos lo que dice en el suplemento del diario facho, para ella "la televisión se cocina a fuego lento" y vaya que no le falta razón. Además, plantea la necesidad de una "defensoría del televidente" -a propósito, todos los canales colombianos cuentan con uno, pero en el caso de las televisoras privadas, las programan a la hora que canta el gallo y se convierten en meras autopromocionales de sus programas-, y también está de acuerdo que el rating no lo es todo, porque para ella, no todo vale:
Sobre el ingrato rating que ha tenido 31 Minutos -insisto en que hay varias cosas raras en TimeIbope y su método actual, es cosa de fijarse en el encendido a las 20h00 no más-, Carmen Gloria le da un espaldarazo al equipo que trabajó:
Y además la mujer de Raúl Alcaino agrega:
En todo caso, cuando se le consultó si dejaría el cargo por stress, Yoya fue clara:
El "modelo yoyístico" se está notando: "Caleta del Sol" hizo que por primera vez deseara que ganara una novela del 7.1 -seamos claros, Quena no fue capaz de crear una teleserie renovada y sin elementos clásicos de su paso por la señal estatal, pero igual las jodidas e inauditables 600 casas le dieron su inmerecido respaldo, para qué decir de "Valió la pena" que tampoco merece el tercer lugar-, se está privilegiando lo novedoso como "Top Chef" que fue programado a las 22h05 con resultados más que satisfactorios -evitemos mencionar a las turcas, porfis- y se están mejorando diversas áreas y polos programáticos. Solo falta lo que ya mencioné: El regreso de la programación infantil, despojo total de las horas que Televisa tiene en pantalla, un estelar cototudo y mejoramiento de los guiones.
Pero de todas maneras, me encanta como se hacen las cosas en la TV estatal. Mientras de los otros 6 canales no se puede esperar nada, de TVN podemos esperar mucho, y de lo bueno, más vale que sea todo.
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Aún hay signos de flaqueza en donde la ex directora de programación de Canal 13 debe entrar a picar -como por ejemplo los sábados, donde se insiste en programar películas archirrepetidas en vez de dar monos, y en las tardes donde repiten programas del prime en vez de intentar con algo novedoso como lo que viene haciendo Polo Ramírez en sus "Sábados de reportajes" de Canal 13, que ha liderado con varios programas e incluso creando fans predilectos- junto a su equipo. El canal en septiembre va cuarto y segundo en el rating anual, sin embargo, a diferencia del directorio cortoplacista del canal de Luksic, en "la red amiga" todos reman para el mismo lado y se están definiendo poco a poco.
Pero veamos lo que dice en el suplemento del diario facho, para ella "la televisión se cocina a fuego lento" y vaya que no le falta razón. Además, plantea la necesidad de una "defensoría del televidente" -a propósito, todos los canales colombianos cuentan con uno, pero en el caso de las televisoras privadas, las programan a la hora que canta el gallo y se convierten en meras autopromocionales de sus programas-, y también está de acuerdo que el rating no lo es todo, porque para ella, no todo vale:
Los canales nos hemos engañado un poco con esto del rating hogar, porque lo construyeron no con sus productos, sino con su perilleo o con efectismos como la imagen impactante, el empiluchamiento... no con contenidos de calidad. Esa construcción de televisión es bastante anticuada, porque hoy la gente nos va a ver en otras plataformas, donde eso no se va a medir. Y más que atrapar a las audiencias, nos hemos olvidado de que las tenemos que seducir, cautivar.
Sobre el ingrato rating que ha tenido 31 Minutos -insisto en que hay varias cosas raras en TimeIbope y su método actual, es cosa de fijarse en el encendido a las 20h00 no más-, Carmen Gloria le da un espaldarazo al equipo que trabajó:
Es un programa redondito, donde se ve que hay un trabajo creativo por minuto. Esa televisión me gusta: se valora el minuto que emite de la misma manera en que se valora el minuto que se vende. Siento que cada minuto de televisión hay que cuidarlo y trabajarlo con el mismo valor que se le da al minuto de una tanda comercial, que es cara. 31 minutos es un programa que nunca marcó más de 12 puntos, pero es trending topic mundial, sus canciones se ven en YouTube, los capítulos se bajan de internet, está en DVD, los niños pagan entradas por escucharlos cantar. Eso es valor agregado a la televisión. No es televisión que marca 20 puntos y muere en ese momento. La trascendencia en televisión ya es un valor real, no es solo un recuerdo, no es solo memoria colectiva, es algo que también aporta al negocio y su diversificación.
Y además la mujer de Raúl Alcaino agrega:
-¿Sería feliz solo con programas de 10 puntos, pero con esa trascendencia o calidad que usted menciona?
-Nuestro trabajo es convocar audiencias masivas. Entonces, lo que tenemos que hacer es una parrilla programática que aporte a este país en varias cosas, de distintas maneras. Pero nunca vamos a ser un canal de nicho, vamos a ser masivos, porque es la esencia de nuestro ser. Por eso tenemos que probar cosas nuevas. Y estamos en un minuto en que hay varios dogmas, como "la gente quiere ver...", que están siendo cuestionados.
-¿Incluso que en la mañana haya que dar matinales?
-Todos los dogmas están siendo cuestionados en la TV. Nuestro objetivo es que TVN aporte a construir un país mejor, más involucrado en la conversación y el debate ciudadano, más conectado con las diversas expresiones culturales tradicionales y emergentes, con una sensación más sólida de pertenencia a una comunidad y más feliz, donde los ciudadanos se sientan más acompañados y motivados e inspirados. Y como sentimos que hacemos un servicio público a los chilenos, tenemos la obligación de ser cada vez más creativos e innovadores. No podemos estacionarnos en que porque nos fue bien con algo, nos vamos a quedar ahí tres años. Y todas estas cosas son medibles con la transversalidad, con el porcentaje de diversidad programática, con el afecto de marca, con la satisfacción al cliente que empezaremos a medir pronto. No queremos saber solo si la gente nos vio, también si le gustó. Y para eso hay una medida que usa la BBC que a mí gustaría tener.
En todo caso, cuando se le consultó si dejaría el cargo por stress, Yoya fue clara:
-No se la hago por ser mujer, sino porque cuando usted se fue de Canal 13 en 2008, la razón que dio era que lo pasaba mal, que la presión era fuerte. ¿Qué garantía da ahora de que eso no sucederá?
-No, no me va pasar, porque ahora depende de mí misma. No puedo decir que no me vaya a cansar, pero hoy soy yo quien tiene la responsabilidad de empujar esto en una dirección en que creo profundamente. Y cuando la urgencia hace que sea más difícil ver el largo plazo, el trabajo que hago es recordar ese largo plazo. Me gustaría que el director ejecutivo que venga después tenga una parrilla llena de contenido en pantalla, en internet, en DVD. Queremos ser un generador de contenidos relevantes, valorados, y que la sociedad tenga la TV pública autofinanciada y que nos enorgullezca. Cosa que ya ha pasado, pero que a mí me gustaría hacer trascender.
-Si esa es su medida del éxito, cuál es la del fracaso. ¿No resistir la presión?
-No, para nada. Mi peor fracaso sería dejar de creer, que se me contagiara el virus del escepticismo que anda dando vueltas por algunos pasillos televisivos, esos que dicen "naaa, si a la gente le da lo mismo". Si se me inocula ese virus, que para mí es nuestro pequeño ébola, de dejar de creer en que es posible, sería mi peor fracaso. Pero estoy muy vacunada y soy muy porfiada, y muy mandona, cosas que la gente cree que no tengo, pero sí.
El "modelo yoyístico" se está notando: "Caleta del Sol" hizo que por primera vez deseara que ganara una novela del 7.1 -seamos claros, Quena no fue capaz de crear una teleserie renovada y sin elementos clásicos de su paso por la señal estatal, pero igual las jodidas e inauditables 600 casas le dieron su inmerecido respaldo, para qué decir de "Valió la pena" que tampoco merece el tercer lugar-, se está privilegiando lo novedoso como "Top Chef" que fue programado a las 22h05 con resultados más que satisfactorios -evitemos mencionar a las turcas, porfis- y se están mejorando diversas áreas y polos programáticos. Solo falta lo que ya mencioné: El regreso de la programación infantil, despojo total de las horas que Televisa tiene en pantalla, un estelar cototudo y mejoramiento de los guiones.
Pero de todas maneras, me encanta como se hacen las cosas en la TV estatal. Mientras de los otros 6 canales no se puede esperar nada, de TVN podemos esperar mucho, y de lo bueno, más vale que sea todo.