La soga en la casa del ahorcado

Anoche en "Mentiras verdaderas" hubo un debate bien interesante sobre la calidad de la televisión chilena y los límites que esta debería tener. En él estuvieron el crítico y asesor cultural René Naranjo, el cientista político Cristobal Bellolio, el profesor Luis Breull y la ex animadora María Olga Fernández, la autora de la controvertida carta en el que criticó a Primer Plano y la vulgaridad a la que recurre para obtener rating.

Vi todo el debate y me encantó, incluso leyeron un tweet mio que ya les explicaré de qué se trata, pero vamos a las conclusiones que me dejó el debate...

1.- El rating, el people meter, está obsoleto. El sistema actual de medición de audiencias es, aparte de burócrata, poco democrático y sesgado. Es una "maquina de mierda" (como lo dijo Marco Antonio Cumsille en el cierre de Londres 2012 en Canal 13) que solamente mide 600 casas en 5 regiones del país. Era cosa de hoy día cuando vi al periodista argentino Mauro Viale (si, el mismo que hace 11 años se peleó a los golpes con Alberto Samid en vivo y en directo) hablando de eso, de lo poco representativo que es el "minuto a minuto". Y mire qué curioso. Tanto en Chile como en Argentina las mediciones las hace una empresa llamada "Ibope".

Es que como dijo la misma Carola Fuentes, se sabe qué es lo que se ve, pero lo que no se sabe es por qué se ve o cuál es la opinión de lo que se ve y los efectos que trae en las personas lo que se ve en televisión. Sacando el mismo ejemplo del reportaje de Contacto del 2005 sobre la captura de Paul Schaeffer obtuvo 25 puntos en pleno verano, pero nadie duda de las repercusiones que tuvo a nivel país. En cambio, ¿qué repercusiones tendrán Primer Plano o los realities del 13?

2.- El problema no es el género, sino cómo se hace y quienes son parte de él. Eso lo dijo la propia María Olga Fernández. Farándula hay en todos lados, ya sea en revistas, en diarios, en la televisión. Pero acá el problema es que está no solo mal hecho, sino que le dan voz y voto a cualquier pelajustan. Por último en los programas de "entretenimiento" gringos se habla de Madonna, de Angelina Jolie, de Jennifer Lopez, y los únicos que serían siendo los "aparecidos" son los Kardashian y Paris Hilton. Pero en Chile no, acá la burocracia beneficia a las Tanzas Varelas, a los Pablos Schilling, y eso es lo malo.

Además, también la farándula es un monopolio en Chile. Hay 6 programas sobre el tema que ocupan 10 horas (e incluso 13 los viernes) que bien podrían ser ocupadas para programas infantiles, series nacionales, enlatados, telenovelas y programas de concursos. El tema no es que exista, sino en el modo en el que existe. Una cosa es el negocio y otra cosa es aprovecharse de ese negocio para vender solo lo malo.

3.- Excusas, excusas everywhere. A partir del hashtag oficial "#DebateMV" he visto gente que dice que la televisión muestra lo que le gusta a la gente. Eso me hizo recordar a los productores y panelistas de estos programas que te dicen que "la farándula es lo que la gente quiere ver", cuando en realidad son meras excusas para seguir atontonando a la gente y además justificando la mediocridad de las grillas programáticas de los canales abiertos de Chile. La televisión debe contribuir ahora a mejorar como sea a la sociedad chilena. Además, dicen "al que no le gusta la farándula que cambie de canal o contrate cable". No todos los chilenos de clase media pueden pagar el plan más barato de la televisión de paga, además de que no sirve de nada cambiar de canal ya que en todos lados la misma cueca. Era cosa de hace algunos días cuando en los 4 matinales estaban hablando de un escándalo farandulero, ¿Qué querían que viera si no me gustaba? ¿Los infomerciales del UCV?

4.- La cultura no arregla nada. ¿Los programas culturales son la panacea al problema de la farándula en TV? Francamente no. Si bien con la televisión digital las televisoras tendrán por obligación que dar 4 horas de cultura por semana, esta se da en horarios con bajo rating (domingo a la hora de la siesta). Y cuando se da en horario estelar, se hace a altas horas de la noche. Además es el discurso preferido de los picados a intelectuales, quizá por eso nos estigmatizan a todos. Por eso el tweet mio de que eso de decir "más cultura, menos farándula" es hipocrita y bipolar, que incluso se ganó mención del gran Eduardo Fuentes. Ah, y por cierto...

5.- ¿Qué entendemos por TV de calidad? Siempre se dice que "TV de calidad es igual a cultura" y no es así. De hecho en el mismo HT he visto a un tipo que dice que se confunde tele de jerarquía con transformar a Canal 13 en NatGeo. Es, como me gusta decir a mi, un "abanico de contenidos" que es posible de desarrollar en Chile. Solo falta la motivación, pero están las voces, representadas por su servidor, que lo están pidiendo a gritos. Por ahí también leí a alguien que decía que en paises europeos la TV pública era la que mandaba los contenidos del resto de las televisiones, y no les falta razón. En Alemania, por ejemplo, y ya que me reconozco fanboy de la pantalla teutona, la ARD y la ZDF hacen programas de grandiosa calidad, que son replicados por las cadenas privadas, y ante la minima programación basura, se quita a la brevedad (caso "We love Geordie" de ProSieben, que fue retirado porque denigraba a algunos pueblos del país de la cerveza). En Gran Bretaña lo mismo, la BBC manda y la ITV y el resto imitan sus inigualables espacios.

Si algo hemos aprendido en este debate es que la farándula es un problema en la televisión chilena que no se arregla con cultura, sino que con más diversificación de la oferta programática. Quizá yo sepa más de hacer televisión que todos los que actualmente están en el medio. Pero el tema es que no hay que seguir haciendonos los lesos y hacer de una vez por todas la televisión de calidad. Estoy seguro de que triunfará la razón por sobre la ambición. Y estaremos ahí para verlo :)

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