No hay caso. Este verano no es el mismo. Y es que a la invasión de novelas del imperio otomano y una poca seductora parrilla nacional que solo salvan "Avanti" y "Ridiculos Chile" tenemos que sumarle que este año no habrá "Viva Dichato" por la tele.
Por si no lo sabías, el festival sigue existiendo, pero debido a que la productora se acabronó con Mega optaron derechamente por no televisarlo y cambiarle de nombre a "Dichato Vive". Ahora no se qué días se realizarán y qué artistas se presentarán, ni mucho menos quién será el animador.
Lo triste es que este festival, por mucho que haya sido creado por un gobierno nefasto, se había ganado el derecho propio de seguir existiendo. Levantó el espíritu de un pueblo abatido y que buscaba surgir luego del terremoto, y qué mejor que este evento. Además mostraba a un Mega cercano con su público, como lo fue entre enero de 2013 y febrero de 2014, algo que obviamente ya no existe.
Una pena que los caprichos de una productora pudieron más que el sentido común y nos privaron de disfrutar de un evento que levantaba el espíritu, el alma.
He de esperar que no termine de la misma forma del Festival de Iquique -que murió porque el corruptito de Soria no quiso seguir haciéndolo- o el de La Serena -aunque este último resucitó con Eduardo Fuentes-. Y he de esperar que los canales grandes no le den su indiferencia y lo apoyen, mucho más que a las farandulitas de mierda.
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Por si no lo sabías, el festival sigue existiendo, pero debido a que la productora se acabronó con Mega optaron derechamente por no televisarlo y cambiarle de nombre a "Dichato Vive". Ahora no se qué días se realizarán y qué artistas se presentarán, ni mucho menos quién será el animador.
Lo triste es que este festival, por mucho que haya sido creado por un gobierno nefasto, se había ganado el derecho propio de seguir existiendo. Levantó el espíritu de un pueblo abatido y que buscaba surgir luego del terremoto, y qué mejor que este evento. Además mostraba a un Mega cercano con su público, como lo fue entre enero de 2013 y febrero de 2014, algo que obviamente ya no existe.
Una pena que los caprichos de una productora pudieron más que el sentido común y nos privaron de disfrutar de un evento que levantaba el espíritu, el alma.
He de esperar que no termine de la misma forma del Festival de Iquique -que murió porque el corruptito de Soria no quiso seguir haciéndolo- o el de La Serena -aunque este último resucitó con Eduardo Fuentes-. Y he de esperar que los canales grandes no le den su indiferencia y lo apoyen, mucho más que a las farandulitas de mierda.
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