¿Cuándo volveremos a premiar?

Tal vez nadie lo sabía, pero anoche se realizaron los Premios Altazor, que año a año premian las artes y la cultura, y que en el último tiempo se han visto envueltos en una suerte de desprestigio debido a ciertas consignas políticas de los nominados y ganadores -por lo que los fachos de siempre califican a ese grupo de "manga de pseudointelectuales de izquierda rojos y upelientos"-. Pero el gran detalle es que el evento no lo transmitió Chilevisión, sino que se dió mediante streaming por EMOL.com y Radio Cooperativa.

Lo anterior quiere decir que los premios del pajaro -que en sus inicios hasta 2003 los daba TVN- estan a punto de morir de muerte natural, tal como le ocurrió al APES o al Miss Chile. Asumo que desde los últimos años hasta hoy se han convertido en premios "lamebotas", porque simplemente premian lo que está de moda -como la serie "Los 80"-, pero era un bien necesario para nuestra alicaída televisión chilena, porque mal que mal era cultura y se premiaba la calidad de las producciones. Un amigo me decía que esos premios, según los huevetas del olimpo de las cadenas televisivas, "no le interesaban a nadie" y por eso no los transmitían, además de que eran poco rentables -pero esas hueás jaranduleras y realitys sin sentido como "Año 0" y esos programas juveniles mataneuronas dejan una millonada y no saben qué mierda hacer con esa plata-.

Y en esta analogía me es inevitable pensar en los premios que desde los años 70 entregaba la Asociación de Periodistas de Espectáculos, y que premiaba TV, radio, danza, cine, música, y un tsunami de etcéteras. En los 80 y 90 tuvieron un gran apogeo, recuerdo la premiación del 2000 emitida por Canal 13. Y su última versión emitida en un canal masivo fue en Mega en 2002, ¡y fue en medio del Morandé con Compañía!. En los dos años siguientes fue emitido por Andrés Bello Televisión, canal 22 de Santiago -lo que hoy es Máscanal-, y después se desvaneció. Pero creanme que para los programas de la tele y de radio de ese entonces era de un orgullo tremendo ganarse el premio y hasta lo mencionaban al iniciar las emisiones. Y para qué decir de los Premios TV Grama, que pese a que nunca jamás se emitieron por TV -excepto en 2000 por Zona Latina, cuando no era un canal de cable masivo como ahora-, siguen gozando de tan buena salud. O también el Copihue de Oro, que en su corta pero fructifera existencia nunca jamás se dió por la pantalla chica, solamente por streaming, pero para todos es muy importante y vital adjudicarse la estatuilla que la dan, mediante votación previa, los lectores de La Cuarta.

Lo anterior demuestra que los pensamientos mediocres de los genios que hacen la tele hoy en día han sepultado premios que antes eran muy apetecidos. Su poco cerebro ha llevado al APES a convertirse más en una reunión del comité de montepiados que en un premio serio y prestigioso. También sepultó el Miss Chile y otros eventos por el estilo que fueron relegados a la indiferencia. Un amigo en Twitter me decía que también pensaba que el chileno promedio se acostumbraba más a destruir, a criticar y a tirar mierda todo, que a felicitar y a entregar premios. Por lo mismo si a alguien se le ocurre la idea de "chilenizar" los Premios Razzies -que premian lo Peor del Cine Gringo- sería digno de aplausos y de notas de noticiero cuma. También pesa más el pensamiento muy de mierda de "el morbo vende", y prefieren invertir en huevaditas como "Primer plano" y "Secreto a voces" que en algo que reconozca la competencia.

Aún este servidor no pierde la esperanza de volver a los tiempos de glamour y de decencia tevita que vivió en los 90s, y de tener premios realmente de peso. Como los Martín Fierro de Argentina, los TVyNovelas y los ERES de México, los "Mi Tierra" de Colombia, los Ondas de España, los APDAYC de Perú, el Premio Lo Nuestro y el Premio Juventud que año a año entrega la Univisión y los ya conocidos como los Grammy o los Emmy. Chiquillos, la idea es aspirar a hacer una TV de clase mundial, y no en "los reyes de la telebasura". Tenemos que mirar al futuro y no ser los realistas-mediocres de siempre. Algo que el 13 nos está enseñando con "Mi nombre es", "Bienvenidos" y los estelares que se preparan en el futuro. Hay que reconocer el trabajo de otro y no darselas de "Primer plano" y tirar caca a la competencia. Hay que pensar en la familia y no en el rating y los auspiciadores.

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