¿Usted, por alguna casualidad de la vida, ha visto las mesas de opinión de la BBC de Londres? ¿Ubica los programas de Beckmann, Anne Will y Maybrit Illner en las televisoras públicas alemanas? Si la respuesta en ambos casos es afirmativa, dejeme recomendarle "El Informante", un programa que le hace un gran favor a nuestra televisión estatal y que orienta el camino de hacia dónde hay que ir.
El año pasado este programa de conversación fue el punto de encuentro de la actualidad, en un ambiente distendido y comprensible para una audiencia joven, sin caer en autocomplacencias ni empaquetamientos como lo hace "Tolerancia cero", el programa "insigne" de la política chilena. En ese estudio que ya parece multiuso para TVN -porque lo usaron para la cobertura de los Odesur tanto como para los debates de diputados que se emitieron a las 9 de la mañana para que nadie los vea- han pasado desde la interpelación de un torturado contra Juan Emilio Cheyre, hasta la verdad del nefasto de Johnny Herrera contando su verdad de por qué manejó curado con la consecuencia grave que eso conllevó.
Juan Manuel Astorga poco a poco se ha hecho un nombre entre los periodistas de alcurnia. El periodismo que cuenta y que importa, no el de los zanganos como Michael Roldan. De ser un juvenil animador del noticiero del antiguo Canal 2 pasó a ser el ancla de "Meganoticias" en el 2000, y de ahi pegó el salto a la radio para terminar en TVN. Lo primero que hizo fue conducir "Via Pública" en el Canal 24 Horas, pero eso fue la punta del iceberg.
Anoche en el estreno de su merecida segunda temporada vimos al Ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre hablando de los proyectos que harán realidad el sueño dorado de los estudiantes que marcharon el 2011, tambien vimos a la destituida Claudia Placencio y al nefasto Ricardo Ezzati. Lo mejor es que la sintonia respondió y marcaron un rating más que aceptable, dentro de la debil competencia de ese horario.
Este programa representa hacia donde debe ir la televisión pública en Chile, que es parte de los cambios que quiere introducir Bachelet en TVN. Una reingenieria en los contenidos, asi como el financiamiento del estado y la mejora de los contenidos de la red estatal son más que esenciales en un canal que se devaluó cuando asumió Mauro Valdés. Si lo reemplazan, que sea alguien consecuente con las ideas que se quieren llevar a cabo en "el canal de Chile". Si se mantiene Valdes, deberian exigirle más, y si no cumple, la puerta es ancha. Es hora de una televisión de calidad, con información, cultura y entretención, pero no más una tele mediocre que ya no satisface las necesidades del pais de hoy.
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El año pasado este programa de conversación fue el punto de encuentro de la actualidad, en un ambiente distendido y comprensible para una audiencia joven, sin caer en autocomplacencias ni empaquetamientos como lo hace "Tolerancia cero", el programa "insigne" de la política chilena. En ese estudio que ya parece multiuso para TVN -porque lo usaron para la cobertura de los Odesur tanto como para los debates de diputados que se emitieron a las 9 de la mañana para que nadie los vea- han pasado desde la interpelación de un torturado contra Juan Emilio Cheyre, hasta la verdad del nefasto de Johnny Herrera contando su verdad de por qué manejó curado con la consecuencia grave que eso conllevó.
Juan Manuel Astorga poco a poco se ha hecho un nombre entre los periodistas de alcurnia. El periodismo que cuenta y que importa, no el de los zanganos como Michael Roldan. De ser un juvenil animador del noticiero del antiguo Canal 2 pasó a ser el ancla de "Meganoticias" en el 2000, y de ahi pegó el salto a la radio para terminar en TVN. Lo primero que hizo fue conducir "Via Pública" en el Canal 24 Horas, pero eso fue la punta del iceberg.
Anoche en el estreno de su merecida segunda temporada vimos al Ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre hablando de los proyectos que harán realidad el sueño dorado de los estudiantes que marcharon el 2011, tambien vimos a la destituida Claudia Placencio y al nefasto Ricardo Ezzati. Lo mejor es que la sintonia respondió y marcaron un rating más que aceptable, dentro de la debil competencia de ese horario.
Este programa representa hacia donde debe ir la televisión pública en Chile, que es parte de los cambios que quiere introducir Bachelet en TVN. Una reingenieria en los contenidos, asi como el financiamiento del estado y la mejora de los contenidos de la red estatal son más que esenciales en un canal que se devaluó cuando asumió Mauro Valdés. Si lo reemplazan, que sea alguien consecuente con las ideas que se quieren llevar a cabo en "el canal de Chile". Si se mantiene Valdes, deberian exigirle más, y si no cumple, la puerta es ancha. Es hora de una televisión de calidad, con información, cultura y entretención, pero no más una tele mediocre que ya no satisface las necesidades del pais de hoy.