Primero cayó Raquel Argandoña, que hoy está sin pantalla en el canal público. Luego cayeron el Cura Hasbún, Claudio Sánchez... Y hoy, Canal 13 despidió a la polémica "doctora" María Luisa Cordero, al mismo tiempo que el cuestionado Mega no le renovó contrato a Pamela Díaz. De nada sirvió la mafia impuesta en "Secreto a voces".
¿Qué te dice esto? Que la farándula sanguinaria, chingona, burlesca y sin respeto está en sus últimos días. El canal mixto quiere volver a ser lo que fue en su momento de gloria, un canal familiar, que equilibra de buena forma información, cultura, ficción y entretenimiento siempre respetando los códigos éticos que movieron los primeros años de la pequeña pantalla en Chile, y que hoy Alexis Zamora y Luis Hernán Browne quieren recuperar para siempre. Mientras que Mega intenta por todo lado hacer eso, pero cada vez que están a punto de lograrlo, optan por seguir pacíficamente en la mediocridad potenciando programas que tienen menos arrastre que toda la bancada de la UDI.
¿Qué pasó? Durante los años en que estuvieron en sus pegas, fueron meras apernadas, porque así funciona la industria farandulera. Amiguismos, relacionismos públicos, opiniones que parecen más personales que objetivas, periodistas ridículos y apitutados, farandulitas argentinas que vienen a robar, muro obstaculizador del talento y de ideas buenas. Pamela Díaz sacó provecho de su apernamiento, puesto que eso le sirvió para animar dos veces "Viva Dichato", una de ellas, mediante lloriqueo y extorsión a los ejecutivos de Bethia a través de los medios, y que le resultó puesto que Heller se compra todo lo que le venden, no así la "dupla ganadora" del canal de Luksic.
¿Qué viene? Simple, "Qué se teje" está relegado a casi el abandono en "Bienvenidos", mientras que "SaV" sigue siendo un zombie. Zamora y Browne se ganaron todos los bonos y los respetos de los que anhelamos el regreso de la televisión de siempre, pero de los que quitaron un programa familiar de concursos para potenciar un espacio farandulito de poca audiencia, ni una pizca.
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¿Qué te dice esto? Que la farándula sanguinaria, chingona, burlesca y sin respeto está en sus últimos días. El canal mixto quiere volver a ser lo que fue en su momento de gloria, un canal familiar, que equilibra de buena forma información, cultura, ficción y entretenimiento siempre respetando los códigos éticos que movieron los primeros años de la pequeña pantalla en Chile, y que hoy Alexis Zamora y Luis Hernán Browne quieren recuperar para siempre. Mientras que Mega intenta por todo lado hacer eso, pero cada vez que están a punto de lograrlo, optan por seguir pacíficamente en la mediocridad potenciando programas que tienen menos arrastre que toda la bancada de la UDI.
¿Qué pasó? Durante los años en que estuvieron en sus pegas, fueron meras apernadas, porque así funciona la industria farandulera. Amiguismos, relacionismos públicos, opiniones que parecen más personales que objetivas, periodistas ridículos y apitutados, farandulitas argentinas que vienen a robar, muro obstaculizador del talento y de ideas buenas. Pamela Díaz sacó provecho de su apernamiento, puesto que eso le sirvió para animar dos veces "Viva Dichato", una de ellas, mediante lloriqueo y extorsión a los ejecutivos de Bethia a través de los medios, y que le resultó puesto que Heller se compra todo lo que le venden, no así la "dupla ganadora" del canal de Luksic.
¿Qué viene? Simple, "Qué se teje" está relegado a casi el abandono en "Bienvenidos", mientras que "SaV" sigue siendo un zombie. Zamora y Browne se ganaron todos los bonos y los respetos de los que anhelamos el regreso de la televisión de siempre, pero de los que quitaron un programa familiar de concursos para potenciar un espacio farandulito de poca audiencia, ni una pizca.