Vamos por partes, primero, el animador: Leo Caprile se reencontró con la televisora de Quilin luego de que saliera de ahí en el 2001 para estar, cerca de 10 años, en Chilevisión, canal donde asquerosamente se lo farrearon en el último tiempo y donde empezó con el pie izquierdo con "El Pais V" -un programa que quizo hacerle competencia a la niñez de MCC y que, pese a que impuso hits como Marlen Olivarí y la Zapallito Italiano, solo duró un mes- pero llegó a consolidarse con "¿Cuánto vale el show?" (2002 y 2007) y "Rec" (2002-2006). En el primer capítulo del envío lo vimos seguro, fiel a su estilo, relajado, dicharachero y muy cercano a la gente, como solo un grande de la radio y la televisión puede hacerlo.
Y ahora, el programa en si: En una escenografía gigante, donde se notaba que estaban en lo que fueron los Laboratorios Roche en Quilin, se desarrolló un programa ágil, entretenido, relajado, distendido y donde uno sabe que lo puede pasar bien y entretenerse. Como para que la familia chilena vuelva a sentarse frente al televisor con algo pensado por y para ellos. Me alegra que Javier Urrutia, en su rol de refundador de un canal que recibió en un estado deplorable -sin área de prensa potente, con novelas hasta por si acaso y un lamentable pasar económico- y que hoy está creciendo y avanzando cada día más. Y en ese rol confió en un equipo de primer nivel, que sabe que no puede solo quedarse con hacer "un buen programa" sino que tiene que hacerlo lo mejor posible.
Las modelos: Dos bombonazos preciosos como Cristina Aranguiz -que solo había aparecido como modelo en programas como "Así somos" y "Show de goles"- y Pauli Bolatti -como viudo de "A todo o nada" declaro mi admiración a esa preciosura-, más la "Doctora Avanti" encargada de las preguntas relacionadas a la salud y la medicina, pusieron la cuota de belleza y simpatía al ciclo.
Hay que corregir algunos detalles como que aparezca la pregunta formulada en el GC, pero solo es algo menor, porque el contenido y la entretención están, y eso es más importante que el hecho de que un simple gráfico se vea bonito -y de hecho, lo es-. Por ahora, disfrutemos mientras podamos de Leo Caprile y de "Avanti" y que el éxito venga por si solo.
