Aun hay esperanzas de ver mejores cosas en la televisión chilena de cara al 2015, y eso fue lo que quedó claro anoche en la final de finales de "Mi nombre es, el duelo final": Pese a que los ganadores fueron lejos de los que quería la burbuja rockera twittera -Luis Fonsi y José José-, esto más que nada demuestra que hoy los únicos que ven televisión son señoras de 30. Ojo, no estoy siendo clasista ni menospreciador, sino que el público joven, ese que veía TV abierta, se fue al cable por culpa de los mismos canales que no ofrecen productos para ellos.
Así mismo, hemos visto imitadores de primera linea como Camilo Sesto, Lady Gaga -increible que diga esto pese a lo pésimo que me cae ella y su sédito de fans-, Britney Spears -es demasiado diferente a la original, de partida porque Francis Fellizeri canta y baila al mismo tiempo, cosa que la "Godney" no puede-, Frank Sinatra, Eddie Vedder, Bruno Mars y Mercedes Sosa. ¿Conclusión? En la variedad y la diversidad está el gusto, y eso aun no entienden los wannabes del trashmetal.
De cualquier modo, "Mi nombre es" en las temporadas que tuvo, fue un gran puntapie inicial para reunir a la familia tevita en torno a un ideal concreto: La música, ese idioma universal, ese privilegio de pocos que durante 3 años fue minimizado por la farándula, busca recuperar su lugar en la TV chilena. Supieran lo emocionado que estuve cuando Manuel García le hizo un homenaje a Victor Jara en el "Buenas noches", o cuando el mismo hombre de la "Témpera" estuvo junto a Joe Vasconcellos en "El Menú", o los programas del "Más vale tarde" los viernes en la tarde; créanme que se me infla el pecho. Que no todo es cumbia, ranchera ni balada romántica a lo que nos tienen acostumbrados los matinales de hoy.
Eso, señores, es televisión que "emociona" y eso es lo que cuenta. Como dijo Yoya López, "la TV se cocina a fuego lento" y así lo concibe también el área de entretención del 13, al despedirse en grande de "Mi nombre es".
Espero que "The Voice Chile" cuente con esa misma extraordinaria producción y no se vean productos piñuflas como el "Factor X" que hizo el TVN de Mauro, o el "Tu cara me suena" del Mega mediocre de Baltazar Sánchez. El formato de la "V" lo merece, y más aún un canal en crisis que no necesita meter más autogoles.
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Así mismo, hemos visto imitadores de primera linea como Camilo Sesto, Lady Gaga -increible que diga esto pese a lo pésimo que me cae ella y su sédito de fans-, Britney Spears -es demasiado diferente a la original, de partida porque Francis Fellizeri canta y baila al mismo tiempo, cosa que la "Godney" no puede-, Frank Sinatra, Eddie Vedder, Bruno Mars y Mercedes Sosa. ¿Conclusión? En la variedad y la diversidad está el gusto, y eso aun no entienden los wannabes del trashmetal.
De cualquier modo, "Mi nombre es" en las temporadas que tuvo, fue un gran puntapie inicial para reunir a la familia tevita en torno a un ideal concreto: La música, ese idioma universal, ese privilegio de pocos que durante 3 años fue minimizado por la farándula, busca recuperar su lugar en la TV chilena. Supieran lo emocionado que estuve cuando Manuel García le hizo un homenaje a Victor Jara en el "Buenas noches", o cuando el mismo hombre de la "Témpera" estuvo junto a Joe Vasconcellos en "El Menú", o los programas del "Más vale tarde" los viernes en la tarde; créanme que se me infla el pecho. Que no todo es cumbia, ranchera ni balada romántica a lo que nos tienen acostumbrados los matinales de hoy.
Eso, señores, es televisión que "emociona" y eso es lo que cuenta. Como dijo Yoya López, "la TV se cocina a fuego lento" y así lo concibe también el área de entretención del 13, al despedirse en grande de "Mi nombre es".
Espero que "The Voice Chile" cuente con esa misma extraordinaria producción y no se vean productos piñuflas como el "Factor X" que hizo el TVN de Mauro, o el "Tu cara me suena" del Mega mediocre de Baltazar Sánchez. El formato de la "V" lo merece, y más aún un canal en crisis que no necesita meter más autogoles.