Por lo mismo me llama la atención poderosamente que hasta un relleno del Festival de Viña -el menos visto en toda su historia, tanto por el humo turco como por la parrilla más gélida que el cerebro de Ignacio Corvalán y Nicolás Malowicki- le haya ganado en la empresa brasileña, lo cual aumenta mi desesperación porque los canales hagan la licitación luego, cierren el contrato con Elias Selman y busquen una medidora más justa, donde calidad rime con cantidad.
Pero vámonos al contenido de "¿Qué comes?". Lo que más valoro son los datos duros y los experimentos que hicieron para constatar los malos habitos que tenemos nosotros los chilenos. Por ejemplo, cuando le dieron chipe libre a unos niños para comprar las golosinas que ellos querían y demostraron que no alimentan casi nada. Directamente a la vena. Esta semana hablaron de la grasa, la próxima de la sal. Y asi hasta llegar al meollo del asunto: Lo pésimo que comemos nosotros.
Yo perfectamente podría hacer una campaña bien majadera para que más gentes vean "¿Qué comes?". No es tan dificil, basta con pillar a la abuelita o a la señora de 30 durmiendo mientras se emboba con Fatmagül, cosa que ¡Pum! Le cambias de canal al 7.1 y contribuyes a pillar a Bethia en su propia trampa. Los contenidos que vimos anoche demuestran que se puede hacer una televisión pública con contenido, y los próximos estrenos que TVN planea, partiendo por la miniserie de Zamudio y finalizando con "Sitiados", demuestran que hay esperanza para subir un poco la sintonía. Lo bueno es que marcó más que lo que habitualmente promedia esa basura de "Dueños del paraíso", aunque no es suficiente para mandar a callar a los turquitos y los pro-farándula.
¿En sintesis? "¿Qué comes?" es un programa muy BBC-ZDF en el canal nacional. Pero la pregunta es, ¿Podrá sobrevivir con unas 600 casas muy Televisa? ¿Alguna vez los publicistas, que son quienes ponen la lana para financiar diversos canales y programas, se fijarán que en redes sociales también se puede hacer rentable un modelo? Cosas que ya tendrán respuesta, mientras tanto, disfrutemos mientras podamos del periodismo punzante de Fuentes, lo cual aumenta mis ganas de que tanto ella como "La Ventana" hagan una especie de "Salvados" en nuestras pantallas.
