Un jovenzuelo penquista que es feliz a su manera. Técnico en Computación e Informática que actualmente busca trabajo y, en el intertanto, quiere aprender más el bello arte de armar y arreglar computadores. Combate por la TV de calidad y ama la música pop tanto como a su familia.

08 septiembre 2011

Por qué seguiré amando el Festival de Viña

(Y por qué la redundancia de artistas)

Ayer se confirmaron los primeros nombres que estarán en febrero próximo en la Quinta Vergara. Se subirán al escenario Los Bunkers, Camila, Prince Royce -un cantante dominicano de bashata-, Juan Luis Guerra y Diego Torres.

Como siempre, el chaqueteo al cual se está acostumbrado no se hizo esperar, diciendo entre otras cosas que es "más de lo mismo", y que no tiene mucha novedad. Los más rabiosos dicen que el hombre de los 4.40 está obsoleto y que el grupo autor de "Miño" no está pegando como antes. Sin embargo, ignoran que "Quien fuera", el hit del grupo penquista, fue n°1 durante gran parte de este año, y que el interprete dominicano sigue pegando como antes. Si bien comparto las opiniones sobre Camila -weones malos- y Royce -apenas tiene dos temas sonando en las radios-, aún es muy apresurado para hacer un juicio sobre como será el evento veraniego.

Pero, vamos a lo que me convoca hoy... ¿Por qué tanta repetición de los artistas? Ojo, que esto no es responsabilidad ni de Chilevisión ni de la Comisión Organizadora del evento del litoral, esto pasa por otros factores que paso a explicar a continuación...

En los últimos dos o tres años, los únicos que han sonado en cuanto a música en español, tanto en radios juveniles como 40 Principales o en emisoras más románticas como FM Dos, son aquellos que se dieron a conocer entre 1998 y 2005. Obviando contadísimas excepciones como el detestable Ricardo Arjona y el gordo Sanz, los que aparecieron en ese tramo tienen un lugar privilegiado en el playlist de las emisoras chilenas, como Juanes, Alex Ubago, La Oreja de Van Gogh, Amaia Montero, Ricardo Montaner -otra excepción a la regla-, Carlos Baute, los cantantes que salieron en Rojo como Mario Guerrero, y un larguisimo etcétera. ¿Qué quiero decir con esto? Simple: Que hoy solamente se da cabida a los calados, a los que tuvieron éxito en el periodo expuesto anteriormente, porque hoy en día, para que te toquen en una estación local tienes que ser de Puerto Rico y cantar asquerosidades como "Dale pa'l piso" o "Pollito Chicken", o ser dominicano autor de temas bashateros chulos o, en el mejor de los casos, que tu canción salga en una teleserie nocturna de éxito moderado.

Por eso ese esquema repetitivo de la música latina. Tal vez la excepción a la regla sea Romántica que ha apostado por lo nuevo con artistas como el español Pablo Alborán o los brasileros Joao Bosco e Vinicius. Pero miremos a otros lados: Tomo como referencia AmericaTop100.com que elabora listados de lo que suena en cada país del continente, y si vemos el nuestro, veremos que está plagado de cacatón, artistas ya famosos y exitosos y pop anglo -de lo que están bien proporcionados en Carolina y Rock & Pop-. En cambio, si vemos el de México por ejemplo, o el de Ecuador, hay más variedad. ¿Por qué? Ellos toman como referencia los artistas que suenan en cadenas como Ritmoson Latino o HTV, y las radios de esos países en un santiamen lo tienen en el inventario musical de cada día -cosa que antes era el sello de emisoras locales como FM Hit o "la radio de los dos" en sus primeros años-.

¿Ven que no era tan complicado explicar por qué la redundancia de los cantantes y grupos que vienen a nuestro escenario? Si como diría Salfate, Todo calza, todo...

Ahora, pasemos a lo otro. ¿Por qué, pese a todos sus prejuicios, sigo queriendo el festival?

Porque no solo es la gran fiesta del verano, sino que hoy por hoy es la única instancia en horario estelar donde podemos ver artistas de renombre. Yo recuerdo en años anteriores a Vodanovic diciendo que Viña era "la capital de la música del mundo", y claro que era así. Fue el semillero de personajes que luego se hicieron leyenda como Julio Iglesias o Ricky Martin, y además subirse a la Quinta podría ser el despegue total de tu carrera.

A veces los juicios son muy apresurados, a los artistas "leyenda" se les trata de antiguos u obsoletos, a los nuevos de que nadie los conoce, y a los que son exitosos de que no son para el evento. ¿Cómo es la hueá?

Y además, porque en la televisión, es el evento -junto a los partidos de la Selección Chilena y la Teletón- que une a los chilenos en torno a un ideal que traspasa fronteras, ideologías y religiones: La música. Acéptelo, el FestiViña es el punto de encuentro de los estilos de moda, traspasa las fronteras, une los corazones y pese a todos los problemas que tenga, sigue gozando de buena salud. Y ahora que el prime de nuestra pantalla está vendido y al servicio de la farándula, es la única manera de ver en nuestro país a grandes personas como Sting.

Así que si vio este post y me halló la razón, muchas gracias. Y sino, tiene todo el derecho a criticar. Pero no lo quiero ver la mañana del 28 de febrero alabando a "la gran fiesta del verano". ¿Estamos?
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