Esta semana, en un nuevo episodio de "el debate entre moros y cristianos sobre la calidad de la televisión chilena" se vivió un enfrentamiento más. ¿Motivo? El "suicidio televisivo" del programa "Una belleza nueva", que hacía Cristian Warken en TVN, y que iba en un horario para muchos indecente: Domingo a las 9h00. Cuento corto: Al equipo que hace el programa le comunicaron que a partir de esta semana el ciclo iba a ir a las 8h00, lo que provocó el enojo del intelectual que decidió renunciar a la televisora pública "que no es pública".
Tendría que estar despotricando contra Mauro Valdés, Marcelo Bravo y tantos otros, poniendome del lado de Warken y todo eso... pero no. Mejor hay que dejar en claro tres cosas:
La primera: De un tiempo a este -y que me perdonen los que de verdad eran asiduos televidentes del ciclo-, "Una belleza nueva" ofrecía una visión sesgada de lo que es la cultura. En Chile se ha acostumbrado a ver las expresiones de esta índole como una elite, llena de intelectuales -sin ofender, claro- que se tiran flores a ellos mismos y que ningunean a quienes no entienden su concepción del mundo que los rodea. Y eso es lo que tiene a la TV como está. Hoy a los programas culturales se les tilda de "fomes" y "aburridos".
La segunda: Siempre he dicho que el People Meter es una mentira y lo mantengo. Ya vieron todo lo picado que estuve cuando quitaron "A viva voz" de Mega. La ingratitud del sistema actual de Time Ibope, que creo que con la TV digital estará obsoletisimo, hace que nos perdamos la posibilidad de ver en detalle programas valiosos y de gran contenido. ¿O cómo reaccionó usted cuando quitaron "Canal 12"? ¿O cuando sacaron "La Ofis"? ¿O cuando largaron de antena "6PM", el noticiero juvenil de Canal 13? Muchas injusticias se cometieron con las mediciones de esta empresa que es inauditable y que carece de fiscalización alguna. Pero usted dirá, como tantos en redes sociales: "Ahora se acuerdan de ese programa y nunca lo vieron". ¿Y qué pasó con eso de "generar audiencias y crear contenido diferente"? -lo que precisamente hace "Mentiras verdaderas" e intentó hacer Mega, pero por incomprensibles decisiones ya ven lo que pasó-. ¿No creen que ese discurso se contradice con lo que deberían hacer las televisoras en este país?
Y la tercera: Está claro que hay un problema grande: La ausencia de programas de calidad en la TV chilena. Pero, y no me canso de decirlo, lo nuestro no es por el lado de la cultura. ¿Por qué? Porque están estigmatizados, se dice que "todos piden cultura, pero nadie los ve". ¿Entonces? Lo nuestro va por el lado de la entretención, de alto nivel, abierta y masiva, pero con contenido. Y como también siempre digo, si quieren calidad y variedad real en contenidos, así como maneras de generar audiencias, miren a Alemania. Allá hay dos canales estatales y canales privados que saben que no tienen que vender con cualquier cosa, tan así que la farándula en la pequeña pantalla allá no existe. Está relegada a medios como el diario "Bild".
Está claro que la cultura no depende de la televisión, que hay canones que tienen que dictaminarlas las familias respectivas. Pero si está claro que tienen una responsabilidad que no está dictaminada por ninguna ley. Pero que esperemos nosotros que nos escuchen y que se regulen los contenidos de una vez por todas, para que tengamos una TV a la altura.
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Tendría que estar despotricando contra Mauro Valdés, Marcelo Bravo y tantos otros, poniendome del lado de Warken y todo eso... pero no. Mejor hay que dejar en claro tres cosas:
La primera: De un tiempo a este -y que me perdonen los que de verdad eran asiduos televidentes del ciclo-, "Una belleza nueva" ofrecía una visión sesgada de lo que es la cultura. En Chile se ha acostumbrado a ver las expresiones de esta índole como una elite, llena de intelectuales -sin ofender, claro- que se tiran flores a ellos mismos y que ningunean a quienes no entienden su concepción del mundo que los rodea. Y eso es lo que tiene a la TV como está. Hoy a los programas culturales se les tilda de "fomes" y "aburridos".
La segunda: Siempre he dicho que el People Meter es una mentira y lo mantengo. Ya vieron todo lo picado que estuve cuando quitaron "A viva voz" de Mega. La ingratitud del sistema actual de Time Ibope, que creo que con la TV digital estará obsoletisimo, hace que nos perdamos la posibilidad de ver en detalle programas valiosos y de gran contenido. ¿O cómo reaccionó usted cuando quitaron "Canal 12"? ¿O cuando sacaron "La Ofis"? ¿O cuando largaron de antena "6PM", el noticiero juvenil de Canal 13? Muchas injusticias se cometieron con las mediciones de esta empresa que es inauditable y que carece de fiscalización alguna. Pero usted dirá, como tantos en redes sociales: "Ahora se acuerdan de ese programa y nunca lo vieron". ¿Y qué pasó con eso de "generar audiencias y crear contenido diferente"? -lo que precisamente hace "Mentiras verdaderas" e intentó hacer Mega, pero por incomprensibles decisiones ya ven lo que pasó-. ¿No creen que ese discurso se contradice con lo que deberían hacer las televisoras en este país?
Y la tercera: Está claro que hay un problema grande: La ausencia de programas de calidad en la TV chilena. Pero, y no me canso de decirlo, lo nuestro no es por el lado de la cultura. ¿Por qué? Porque están estigmatizados, se dice que "todos piden cultura, pero nadie los ve". ¿Entonces? Lo nuestro va por el lado de la entretención, de alto nivel, abierta y masiva, pero con contenido. Y como también siempre digo, si quieren calidad y variedad real en contenidos, así como maneras de generar audiencias, miren a Alemania. Allá hay dos canales estatales y canales privados que saben que no tienen que vender con cualquier cosa, tan así que la farándula en la pequeña pantalla allá no existe. Está relegada a medios como el diario "Bild".
Está claro que la cultura no depende de la televisión, que hay canones que tienen que dictaminarlas las familias respectivas. Pero si está claro que tienen una responsabilidad que no está dictaminada por ninguna ley. Pero que esperemos nosotros que nos escuchen y que se regulen los contenidos de una vez por todas, para que tengamos una TV a la altura.
