Neta, lo único que quería anoche después de comerme una rica mechada y de hacer el Café sin Carlos, era ver "The Voice Chile". Claro, después de un día en el que realmente uno estaba de allá para acá, lo que deseaba era encontrarme con música.
Y más allá del siempre criticable recurso de "historias penosas" -vamos, que en la versión de USA y en la italiana también lo hacían, pero es dificil dejar a todo el mundo contento-, el programa cumplió con su cometido. Y es el de hacer regresar, después de años de ignorancia, silencio y vergonzosa censura, la música a la televisión abierta.
Y yo, como defensor acérrimo del derecho de todos de ver a sus artistas favoritos en la televisión de libre recepción, puedo decirlo a cabalidad: La música está de vuelta. Aunque claro, no será por mucho tiempo, porque terminado el programa volveremos a la pobreza y al desierto del entretenimiento en el que estamos. ¿O no? Eso solo está en la mente de Zamora.
¿Y qué se puede hacer para que se prolongue? La verdad, muchos no podemos vivir sin escuchar alguna rola de nuestra bandita hipster o diosa popera favorita, y todos acá deseamos verlos en nuestro país, con una amplia cobertura de nuestros queridos (?) canales de televisión. Entonces, ahora con los datos de rating del primer capítulo -y con un panorama alentador, ya que "Sila" y "Kara para ask" bajaron su audiencia-, el estelar de Sergio Lagos puede cambiar la triste historia de la televisión chilena de la década de los 2010s: Esa en la que los cantantes nacionales y extranjeros fueron relegados a cutres notas de noticieros y la plata se la comieron las maracas feas de la farándula.
Eso puede y tiene que cambiar. Canal 13 tiene y tendrá todo lo necesario para que nuestra tele por fin progrese y vuelva a ser un elefante blanco, solo que entre el 2011 y el 2014 se dejaron estar haciendo boludeces y copiándole a CHV no más porque su modelo, hoy en decadencia y en obsolescencia, lideraba.
Y si no te gustó "The Voice Chile" por las "historias cebolla", te respeto. Pero recuerda: Más allá de todo lo criticable de ese recurso, el programa cumplió. Y además, es mucho mejor que la mamarruchada de "Factor X" que hizo TVN en su momento. Esa en la que se rellenó más y en la que Valdés gastó la plata más en las Argandoñas que en traer a grandes estrellas.
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Y más allá del siempre criticable recurso de "historias penosas" -vamos, que en la versión de USA y en la italiana también lo hacían, pero es dificil dejar a todo el mundo contento-, el programa cumplió con su cometido. Y es el de hacer regresar, después de años de ignorancia, silencio y vergonzosa censura, la música a la televisión abierta.
Y yo, como defensor acérrimo del derecho de todos de ver a sus artistas favoritos en la televisión de libre recepción, puedo decirlo a cabalidad: La música está de vuelta. Aunque claro, no será por mucho tiempo, porque terminado el programa volveremos a la pobreza y al desierto del entretenimiento en el que estamos. ¿O no? Eso solo está en la mente de Zamora.
¿Y qué se puede hacer para que se prolongue? La verdad, muchos no podemos vivir sin escuchar alguna rola de nuestra bandita hipster o diosa popera favorita, y todos acá deseamos verlos en nuestro país, con una amplia cobertura de nuestros queridos (?) canales de televisión. Entonces, ahora con los datos de rating del primer capítulo -y con un panorama alentador, ya que "Sila" y "Kara para ask" bajaron su audiencia-, el estelar de Sergio Lagos puede cambiar la triste historia de la televisión chilena de la década de los 2010s: Esa en la que los cantantes nacionales y extranjeros fueron relegados a cutres notas de noticieros y la plata se la comieron las maracas feas de la farándula.
Eso puede y tiene que cambiar. Canal 13 tiene y tendrá todo lo necesario para que nuestra tele por fin progrese y vuelva a ser un elefante blanco, solo que entre el 2011 y el 2014 se dejaron estar haciendo boludeces y copiándole a CHV no más porque su modelo, hoy en decadencia y en obsolescencia, lideraba.
Y si no te gustó "The Voice Chile" por las "historias cebolla", te respeto. Pero recuerda: Más allá de todo lo criticable de ese recurso, el programa cumplió. Y además, es mucho mejor que la mamarruchada de "Factor X" que hizo TVN en su momento. Esa en la que se rellenó más y en la que Valdés gastó la plata más en las Argandoñas que en traer a grandes estrellas.