Indignado con la arrogancia de aquellos que se creen superiores al resto, de los que negrean, de los que piensan en sí mismos, del egocentrismo y de la discriminación.
Indignado con el poder, con el gobierno que cada día hace oidos sordos a las demandas por un mejor vivir, por una educación de calidad y por una salud digna, aduciendo a que todo es un bien de consumo, a que "nada es gratis en la vida", a decir una cosa afuera y adentro otra cosa totalmente distinta.
Indignado con la idiosincracia nacional, con nuestra imagen país. Con lo xenofobos que somos con los forasteros, con los chaquetas que ven todo malo, con los que critican, critican y nada aportan.
Indignado con los medios que cada día son más sensacionalistas, con informes dignos de matonaje como ese de los puntajes de Camila Vallejo. Con el duopolio de la prensa escrita y con "los medios alternativos" que no son más que panfletos del Partido Comunista.
Indignado con los ricos que cada vez son más ricos y pagan menos impuestos, mientras que los pobres todos los días son más pobres. El sueldo de un millonario como Angelini equivale al presupuesto anual de una familia de clase media.
Indignado con la televisión que invierte mucho pero aporta poco. Con los noticieros que dicen que todo anda bien cuando en realidad anda mal, y lo tapan con pseudoreportajes de poco valor periodístico. Y con la farándula que es un cancer que aqueja a la industria, y que a la vez actua como "cortina de humo" de los reales problemas de la gente, y que nos priva de tener en nuestro país y en la caja negra a grandes estrellas.
Indignado con los partidos políticos que no hacen nada y que payasean bastante. Con aquellos "honorables" que se preocupan de la gente en años de elecciones. Con ciertos "pro-vida" que zamarrean a mujeres y provocan abortos, y luego defienden codo a codo al bebé.
Indignado con la intolerancia, de mirar en menos al que piensa distinto. De no respetar lo que dice el resto e imponer lo que todos deberían pensar. Porque Luis Miguel lo dijo en una canción, "a nadie impongo mis ideas, y respeto las de cada quién, por muy extrañas que sean".
Indignado con todo lo que está mal, porque acá todo anda mal.
Los indignados llegaron para quedarse y nadie los va a parar. Porque no es un blog, no es una persona, somos miles los que queremos cambiar el mundo. Y lo hacemos trabajando para que todos podamos vivir en paz y conseguir eso que tanto anhelamos. A lo mejor tu también estás indignado, al igual que yo.
Porque la indignación no es una moda, es un ideal de decir "no nos engañen, aquí esto anda muy mal" y cambiarlo para que ande bien.
Porque la indignación no es chaqueteo. Es hacer un mundo mejor. Y no para el living de la casa, sino que para todos nosotros.
Y tú, ¿También estás indignado?
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