Un jovenzuelo penquista que es feliz a su manera. Técnico en Computación e Informática que actualmente busca trabajo y, en el intertanto, quiere aprender más el bello arte de armar y arreglar computadores. Combate por la TV de calidad y ama la música pop tanto como a su familia.

30 mayo 2016

La editorial de los lunes: El machismo y el farandulismo deshilachado

Trato de evitar comentar lo sucedido en programas innombrables porque no faltará el que venga a decir que soy hipócrita o que tengo doble moral, pero mi sentido crítico evita que yo me quede callado en esta y deje pasar esto como si nada. Asi que vamos lá.

El viernes pasado en el programa innombrable, cuyo rating sigue en baja y solo sube cuando "El Muro" de MCC finaliza, una tal Rubí dijo ante las cámaras de la televisionchilena que "le gustaba el pico". Mucha gente se rió, la tuvo en un pedestal y por supuesto ella y la expresión fálica fueron trending topic en las redes sociales.

No tantito la noche anterior el comediante Stefan Kramer había restaurando los cimientos de la televisión en Chile para que ella venga y lo destruya de nuevo, con complicidad del productor Carlos Valencia. Está claro que nadie ve ese programucho para educarse pero... ¿Qué enseñanza le deja a la gente? ¿Neta? ¿Estos son los valores de los famosos de hoy? ¿En serio? ¿Tan cagados estamos?

Desde el 2006 que en Chile se vienen haciendo famosos a las personas equivocadas, mediante un denominador común: El machismo. La mujer vista como carne, objeto de deseo, impulsada por movimientos sensuales en estelares de "baile" y performances "al desnudo" en los mismos espacios que fueron muy populares desde ese año hasta el 2013... y bien puesto el "fueron" porque ya no lo son, por suerte. Pero el problemica acá es que no lo quieren asumir y se sigue apostando por lo mismo, principalmente apoyados por medios que dicen ser "independientes de verdad" pero no dudan en ser los primeros en publicar esas tonterías.

Y no, no es por grave ni nada, pero si se va a utilizar a una mujer para que diga semejante barbaridad ante las cámaras, pues se entiende por qué nuestro país sigue siendo el hazmerreir de Latinoamérica y el mundo en materia televisiva. Nadie nos toma en serio, por algo los únicos que compraron el reality de Mega son canales precisamente poco profesionales como el conglomerado de Mediaset España.

Lo mismo que viene haciendo Valencia, es lo que está haciendo Corvalán en sus dos realities en el canal de Vicuña Mackenna: Machismo patriarcal y conservador disfrazado de liberalismo valórico. Y luego tienen la cara de decir que la televisión de antes era pacata.

Como bien dijo el gran Patricio Bañados, si muestras algo vulgar, le estás enseñando a la gente a ser vulgar, y lo que se vio esa noche fue vulgaridad al cuadrado. Y no solo eso, es paroxismo en velocidad nitro. Viendo a las mujeres como objeto y prestándose para ser ofendidas y ridiculizadas. Es cosa de ver la clase de comentarios que afloran en los hashtags del mismo reality, donde lo más suave que se lee es que una participante es fácil. Les estás enseñando la tontería, a ser vagos sin oficio ni beneficio, a ser egoistas.

Y lo peor de todo es que los que enalzaron a Rubí fueron los mismos que se oponen al aporte estatal para TVN y el anhelado canal cultural. Y más encima son los mismos que después lloran los femicidios y participan en marchas por el respeto a la mujer. ¡Per favore! ¡No sean hipócritas! Esto es igual de condenable que un insulto callejero. Es más, para que se cambie esa doble moral en Chile impulsada gracias al farandulismo, se necesitan más que solo 80 millones de dólares. Por mi, ojalá fuesen mil millones de palos verdes, con tal de recuperar la grandeza de la televisión nacional.

Para terminar de mostrar la evidencia del farandulismo deshilachado, nos hemos enterado que Nicole Moreno, la musa del neoliberalismo, se enojó con la rutina de Yerko Puchento luego de que nuevamente se hicieran chistes en torno a ella. ¿Neta? A esa chanta la soportamos haciendola de tonta en todo programa que se cruzó mientras varios artistas talentosos pedían a gritos una oportunidad en la tele a color, se prestó para hacer el ridículo con complicidad de productores perversos y malvados. ¿Y ahora viene a pedir respeto? ¡El diablo hablando de cachos! Que la diosa del piñerismo mejor se quede callada porque es farandulita y no tiene siquiera derecho a reclamar porque el personaje de Daniel Alcaino la denosta, siendo que ella se denostó a si misma durante más de 10 años, y hay idiotas que la endiosan por lo mismo. Y que agradezca que Chile es un país generoso y se hace famoso a cualquier imbecil porque si eso lo hace en Colombia, Brasil o Portugal termina pidiendo limosnas en la calle.

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