¿Saben? Me gusta lo que está haciendo Nicolás Copano, quien de hacer una parodia de programas adolescentes como "Canal Copano" se ha transformado en un analizador, junto a sus panelistas, de diferentes temas de la actualidad.
Sin embargo, he estado viendo su columna de Publimetro donde aclama la farándula y dice que ese formato "le hace bien al país", pero no es nada más alejado de la realidad.
Copano dice que la farándula es la entrada de los pobres a la tele. Perdoneme, sabes que me caes bien, pero esos "pobres" son un montón de gente arribista, vagos sin oficio ni beneficio, que causan revuelo no por su talento, sino porque tienen un CI tan bajo que hablan cualquier barrabasada. Son el mejor ejemplo del bullying imperante en la televisión chilena durante 4 años. Incluso hay gente que no es del todo "pobre", sino que arribista al peo que lo único que sabe es dilapidar su plata y hablar boludeces incluso ofensivas, como Adriana Barrientos. Los pobres si tuvieron su lugar en la pantalla chica, en ciclos como "Éxito", "Cuanto vale el show", "Venga Conmigo" e incluso los estelares de Don Francisco.
Copano dice que los que disfrutaron del caviar, se van quejando desde sus trincheras y empiezan a alertarse al mostrarse demodé. Yo disfruté demasiado con la clase de televisión de esos "que disfrutaron del caviar". Antonio Vodanovic, tanto como Cecilia Bolocco, Pedro Carcuro, Luis Jara -que no era precisamente alguien cuico-, los animadores que tuvo "Video loco", Javier Miranda. Yo crecí con ese modelo que hoy todos añoramos, y que estamos a punto de recuperar, si no fuera por este movimiento que crece cada día.
Copano dice que las críticas a la farándula provienen de los mismos potenciales faranduleros, que convencidos de que “está mal” comienzan a disparar contra la creación de historias teniendo 400 canales de cable, y millones de sitios web, y encima se pone farruco diciendo que odiar la farándula es el acto de arribismo cultural más fácil. Permitame decirle que yo no escribo desde un palacete de oro ni desde una mansión de Lonco, Collao o Pedro de Valdivia. No sabes todo el daño que le ha hecho la farándula a la industria televisiva: No existe el bloque infantil porque la plata que se invertía en comprar lo último en series para niños, niñas y adolescentes, se fue para financiar los tongos, y eso los altos ejecutivos de Chilevisión lo saben. No hay artistas de renombre porque el dinero que se invertía para traerlos se ocupó para colaborar con la Fundación "Dele sesos a Valentina Roth". No hay apoyo a los artistas locales, ni a los deportistas locales, ni a la ficción local, ni a la animación local, porque las prioridades de los ejecutivos fueron alimentar más y más a ese monstruo que tú en la columna justificas porque "son pobres". La farándula no solo ha tenido poder, sino que ha servido como cortina de humo -cómo olvidar cuando se hablaba más de lo que dijo Luli que del conflicto estudiantil- y además como una mafia que es capaz de eliminar de su camino programas familiares para potenciarlos a ellos, aun cuando su rating es bajo -¿tengo que mencionar otra vez al Mega?-.
Es prácticamente, primera vez que difiero con una columna del conductor de Radio La Clave. A veces tiendo a pensar que lo están adoctrinando en La Red -canal que defiende asquerosamente la farándula diciendo que "democratiza los medios", cuando es lo más oligarca y dictatorial que hay, incluso con pseudolíderes de opinión como Pamela Jiles o José Miguel Villouta- y escribió esto. Para él, todos los que somos antifarándulas merecemos la muerte, poco menos que el infinito desprecio. Lo siento Copa, pero no estoy de acuerdo por estos y otros motivos más, junto con la prostitución del periodismo -de la cual ni Radio Biobio se salva, porque prácticamente TODOS, y aquí no se salva ninguno, son meros buscadores de clicks-.
Qué bueno que hoy SQP marca 3 puntos y Primer Plano 10, y qué bueno que "Secreto a Voces" siga en sus 4 o 5 picos de sintonía. Así se cambia el paradigma de una vez por todas y se aprende a pensar que todos somos televidentes, pero por sobre todo, somos personas, no consumidores, como dijo Carmen Gloria López.
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Sin embargo, he estado viendo su columna de Publimetro donde aclama la farándula y dice que ese formato "le hace bien al país", pero no es nada más alejado de la realidad.
Copano dice que la farándula es la entrada de los pobres a la tele. Perdoneme, sabes que me caes bien, pero esos "pobres" son un montón de gente arribista, vagos sin oficio ni beneficio, que causan revuelo no por su talento, sino porque tienen un CI tan bajo que hablan cualquier barrabasada. Son el mejor ejemplo del bullying imperante en la televisión chilena durante 4 años. Incluso hay gente que no es del todo "pobre", sino que arribista al peo que lo único que sabe es dilapidar su plata y hablar boludeces incluso ofensivas, como Adriana Barrientos. Los pobres si tuvieron su lugar en la pantalla chica, en ciclos como "Éxito", "Cuanto vale el show", "Venga Conmigo" e incluso los estelares de Don Francisco.
Copano dice que los que disfrutaron del caviar, se van quejando desde sus trincheras y empiezan a alertarse al mostrarse demodé. Yo disfruté demasiado con la clase de televisión de esos "que disfrutaron del caviar". Antonio Vodanovic, tanto como Cecilia Bolocco, Pedro Carcuro, Luis Jara -que no era precisamente alguien cuico-, los animadores que tuvo "Video loco", Javier Miranda. Yo crecí con ese modelo que hoy todos añoramos, y que estamos a punto de recuperar, si no fuera por este movimiento que crece cada día.
Copano dice que las críticas a la farándula provienen de los mismos potenciales faranduleros, que convencidos de que “está mal” comienzan a disparar contra la creación de historias teniendo 400 canales de cable, y millones de sitios web, y encima se pone farruco diciendo que odiar la farándula es el acto de arribismo cultural más fácil. Permitame decirle que yo no escribo desde un palacete de oro ni desde una mansión de Lonco, Collao o Pedro de Valdivia. No sabes todo el daño que le ha hecho la farándula a la industria televisiva: No existe el bloque infantil porque la plata que se invertía en comprar lo último en series para niños, niñas y adolescentes, se fue para financiar los tongos, y eso los altos ejecutivos de Chilevisión lo saben. No hay artistas de renombre porque el dinero que se invertía para traerlos se ocupó para colaborar con la Fundación "Dele sesos a Valentina Roth". No hay apoyo a los artistas locales, ni a los deportistas locales, ni a la ficción local, ni a la animación local, porque las prioridades de los ejecutivos fueron alimentar más y más a ese monstruo que tú en la columna justificas porque "son pobres". La farándula no solo ha tenido poder, sino que ha servido como cortina de humo -cómo olvidar cuando se hablaba más de lo que dijo Luli que del conflicto estudiantil- y además como una mafia que es capaz de eliminar de su camino programas familiares para potenciarlos a ellos, aun cuando su rating es bajo -¿tengo que mencionar otra vez al Mega?-.
Es prácticamente, primera vez que difiero con una columna del conductor de Radio La Clave. A veces tiendo a pensar que lo están adoctrinando en La Red -canal que defiende asquerosamente la farándula diciendo que "democratiza los medios", cuando es lo más oligarca y dictatorial que hay, incluso con pseudolíderes de opinión como Pamela Jiles o José Miguel Villouta- y escribió esto. Para él, todos los que somos antifarándulas merecemos la muerte, poco menos que el infinito desprecio. Lo siento Copa, pero no estoy de acuerdo por estos y otros motivos más, junto con la prostitución del periodismo -de la cual ni Radio Biobio se salva, porque prácticamente TODOS, y aquí no se salva ninguno, son meros buscadores de clicks-.
Qué bueno que hoy SQP marca 3 puntos y Primer Plano 10, y qué bueno que "Secreto a Voces" siga en sus 4 o 5 picos de sintonía. Así se cambia el paradigma de una vez por todas y se aprende a pensar que todos somos televidentes, pero por sobre todo, somos personas, no consumidores, como dijo Carmen Gloria López.