Un jovenzuelo penquista que es feliz a su manera. Técnico en Computación e Informática que actualmente busca trabajo y, en el intertanto, quiere aprender más el bello arte de armar y arreglar computadores. Combate por la TV de calidad y ama la música pop tanto como a su familia.

25 agosto 2014

La televisión es un derecho, la calidad de esta también

Hoy se publicó una normativa del CNTV en el Diario Oficial que dice relación con los programas culturales en la TV chilena. En él se dice que a partir de octubre, la televisión abierta deberá transmitir 4 horas semanales de programación de esta índole, las cuales dos de estas deberán ser en el horario de máxima audiencia comprendido entre las 18h30 y las 00h00. Y ojo, que esta es la antesala del reglamento de la TV Digital, que se presentará a Contraloría entre hoy y mañana.

Usted sabe que no me gusta perder mi tiempo y gastar 140 carácteres en patalear por la ausencia de "programas culturales" porque sencillamente lo encuentro bipolar, hipócrita y populista. Pero no debo dejar de reconocer que esto es un avance por donde se le mire, ya que ayudará a que los canales se pongan las pilas y dejen de ver a la cultura con una mirada elitista, como que solo es opera, obras de Tchaicovsky y lateros documentales de la Antigua Roma con narración española -como dice un tipo de 2010 On Demand por trollear-. Mi amigo Daniel Castillo dice que la cultura es algo más global, todo lo que hacemos y disfrutamos es parte de una misma cultura. Desde las comidas que muestran en "Recomiendo Chile" o "Yo amo los 90s" hasta shows íntimos de Manuel García, Javiera Mena, Gepe, Los Jaivas o algunos de estos artistas de la "Nueva canción chilena" que, o siguen vigentes, o están divididos en dos.

Lo bueno es que esto es un avance. Óscar Reyes lo está haciendo bien en el Consejo sancionando a quienes tiene que sancionar y no dándose vueltas amonestando hasta al Disney Channel. Ah, y por cierto, ya hay una cuota de programación cultural, ¿Y la TV infantil, apá?

Lo otro es que hoy salió un video donde sale Felipe Harboe hablando sobre que, en los tiempos en que la TV Digital está llegando a pasos agigantados, la pequeña pantalla es un derecho. Lo malo es que le siguió la corriente a la Conadecus con el dichoso rumor de la antena de 10 metros para ver HD, lo cual el subsecretario Huichalaf no solo desmintió, sino que aclaró que eso correspondía a una medición en zonas periféricas que hará la Subtel para determinar si cumple con los porcentajes de cobertura que se exigirán en el reglamento.

Eso si, estoy de acuerdo con él y con Juan Carlos Berner -integrante de la Mesa Ciudadana de TV Digital y luchador incansable por un canal netamente cultural y educativo- sobre que no hay medio más poderoso que la televisión. No me vengan con que embrutece, que aleja a la sociedad de la realidad actual o que solo está creada para satisfacer a un poder o una elite. Los Beatles saben perfectamente de la influencia que tiene la tele y así quedó demostrado cuando se presentaron en el programa de Ed Sullivan en los Estados Unidos, lo cual dio inicio a la Beatlemanía. Del mismo modo que ha creado fenómenos, e incluso caudillos como Hugo Chávez sacaron el jugo a la tele transformando el canal estatal en un medio netamente propagandístico. Ahi tienen, la tesis y la antitesis.

Pero a lo que voy es que se puede hacer una televisión comercial netamente de calidad -como lo está haciendo Roberto Romagnoli en Azteca o el grupo Atresmedia- de la misma manera que se puede hacer televisión pública de pésima factura -como los medios del Sistema Bolivariano de Comunicación e Información de Venezuela, Cubavisión, BoliviaTV, el TVE de Somoano o el canal estatal de Corea del Norte-. Hay televisoras públicas y privadas que hacen bien la pega gracias a patrones definidos muchas veces desde hace años -como Telefé, la BBC, ITV, los canales públicos alemanes o los patrones de calidad de la Globo y la SBT-. Y acá en Chile solamente un género tuvo poder, influencia, superioridad, monarquía, dictadura y oligarquía junta. Y todo ese poder que tuvo, al cabo de dos o tres años lo perdió porque los ejecutivos le dieron como caja creyendo que se debe seguir produciendo o porque las audiencias cambiaron o para netamente silenciar algunos hechos acontecidos en los últimos 4 años.

Afortunadamente hay medios que quieren hacerle un refresque a sus parrillas programáticas, pero aun queda mucho por hacer. Yo diria que recien entre septiembre y diciembre el camino ya estará pavimentado, saldremos de ese pantano y ya los faranduleros de siempre volverán a sus cuevas, de donde nunca debieron salir. Y junto a ello, llegarán las series, los programas infantiles, los ciclos musicales, el periodismo responsable, y los artistas nacionales -y ojo, más que extranjeros o gringos, me gustaria ver algo hecho en nuestra casa-. Y lo mejor de todo es que será a partir de todas las miradas y concepciones diferentes.

La televisión es un negocio, eso no lo negamos. Pero también es un derecho. De la misma forma en que la calidad de esta y exigir estándares que la aseguren, también lo es.

DECLARACIÓN PÚBLICA: COMO TELEVIDENTES PEDIMOS Y EXIGIMOS RESPETOA nosotros como equipo, tanto como a ustedes que nos...

Posted by La tele según Caamaño on martes, 19 de enero de 2016