Hace algunas semanas, el popular Germán Garmendia invitó a su conocido webshow "Hola Soy German" al renombrado actor Jack Black, promocionando su nueva película eligiendo el programa online del chileno para darla a conocer.
Usted podrá tener la opinión que quiera sobre Garmendia. En lo personal, no le hallo ninguna gracia. Sin embargo, no podemos dejar de pensar que tener a Jack en su programa virtual fue más que un acierto. Es más: Hizo lo que debería hacer siempre la televisión chilena.
Resulta increible, pero a la vez llamativo, que laburadores de la tele de hoy ninguneen este hecho. Obviamente la envidia los corroe, porque están igual que "la U" hoy por hoy: Saben que juegan mal, pero siempre la culpa la tienen otros, siempre ellos tienen razón y el resto es un jodido orate. Son los mismos que ningunean a las redes sociales diciendo que no son "representativos", denostándolos, tratándolos de "migajas" y de "intelectualoides" siendo que pueden ser un real barómetro de lo que se consume hoy por hoy.
Lo otro es que los mismos haters ninguneen a Jack por estar con Germán. Contéstenme la siguiente pregunta: ¿Por qué odian a los youtubers? Pero respuestas concretas, miren que hay veces en que se quedan sin argumentos. Además, el mismo actor estuvo en programas de Azteca de México y además en "The Noite" de la SBT brasilera.
En fin, lo cierto es que Germán pegó el golpe que abandonó dar nuestra TV. Los mismos obreros de tele se acostumbraron a conformarse con lo que había y con sacarle cuñas vacías a la Barrientos, porque asi lo decían las reglas del juego: Hay que entretener como sea, asi sea dañándole el cerebro al televidente con la misma sobredosis de farándula que terminó espantando al televidente. ¿Pero qué culpa tienen los millenials? ¿Acaso el público de los youtubers no puede ver tele abierta? ¿Qué culpa tiene la gente que ve a Xoda o ChicaByte de que no les tocó ver la calidad de TV que sus antecesores?
Son preguntas que se pueden dilucidar, pero no a corto plazo. Dejemos que los televisivos ninguneen a Germán y no reconozcan ellos mismos que están perdiendo este partido. Y seguirán perdiendo porque se niegan a reinventarse. Seguirán perdiendo porque ningunean a los nuevos públicos, los subestiman y los usan de pretexto para seguir vendiendo basura y levantar a un muerto que no da señales de vida, por más que cambien el respirador mecánico. Seguirán perdiendo porque ellos mismos se quedaron, ad portas de la TV digital, en un modelo arcaico de audiencias. Seguirán perdiendo, porque cuando se den cuenta de que se equivocaron, ya será demasiado tarde. Seguirán perdiendo, porque la TV está más que destruida y su futuro, de seguir este inviable modelo, se verá más negro que la camisa de Juanes.
