Un tuitero llamado Ignazio Bernales, que en realidad se llama Sebastian Alvarez (@ssiiaabb) fue en los tiempos de Fotolog una superestrella emo que ocupaba el seudónimo de "Mente enferma", que además era cantante (o al menos intentaba serlo), incluso apareció en WoW.cl
Luego, con el tiempo y ya que Fotolog se convirtió en un poblado de flaites, el perla se convirtió en un weón normal, o casi normal, por no decir anormal. Admiraba a Hitler, a Pinochet, llamó "delincuentes" a los Detenidos Desaparecidos, y comunica su odio a las gordas. Y para difundir sus ideas, qué mejor que Twitter, la red social de moda. Fue un tipo polémico, durante la tragedia de Juan Fernández se burló sin piedad de Felipe Camiroaga, en el incendio de la Carcel de San Miguel se rió de las víctimas. Y la guinda de la torta fue este año, cuando abrió un tumblr dedicado a subir fotos de chilenas "gorrrrdas", donde fomentaba el odio a ellas. No hay problema que quieras subir una foto, pero la cosa cambia drásticamente cuando te mofas de ellos y también cuando las humillas por internet. Da lo mismo si le borras el rostro, es igual y punto.
Lo bueno de todo esto es que al compadre le salió el tiro por la culata y la avivada tuitera @psyclaudita se logró contactar con alguna de las personas que Alvarez humilló, y la ministra del Sernam Carolina Schdmit acogió la denuncia. Resultado: Habemus querella.
Lo peor de todo es que Ignazio se amparó en la "libertad de expresión" para justificar lo hecho, y no faltó el que lo defendió. Okas, las libertades son buenas y garantizan que este país sea democrático en cierta medida, pero hay que medirse. Si solo falta que alguien se ponga a tirar en medio de la Alameda o en O'Higgins (en el caso de Conce) y luego la excusa sea "se me cohartó la libertad". Nope, hay un límite. Y ese límite es ocupar derechos para hacer lo que uno quiera, y esa no es la gracia.
Bernales salió en Chilevisión, en "Hora 20" y en "Mentiras verdaderas", incluso Eduardo Fuentes explicó los motivos de por qué lo habían invitado. Y es comprensible. Todos sabemos que el otrora "gominola" nunca va a buscar el morbo ni el sensacionalismo para vender ni para obtener rating o una que otra portada en un diario. En "Bienvenidos" Paulo Ramirez lo trató de imbécil, lo cual apoyo. En todo caso, hay que cuidar que no se le pase la mano al medio en el tratamiento de la información, que ya por sí es serio. Ya veo al susodicho dando sus descargos en "Secreto a voces", "Fruto prohibido" o "Primer plano" con su mismo discurso de odio y resentimiento hacia las gordas. Da lo mismo que se haya disculpado en el estelar de La Red.
Un tuitero que hizo hasta un evento benéfico fue acusado de llevarse la plata y luego trató mal a todos los que lo criticaban y hoy ese mismo está alejado de las redes sociales. Otro tuitero se gana la vida "cibermatando" a famosos. Una cuenta que representa a cierto sector de la política hizo RT a un tipo que publicó dirección y número de teléfono de Camila Vallejo y luego lo borró, y cuando llegó el juicio público se excusó diciendo que "habían varios administradores". Para qué decir de Copano que llora cuando lo trollean. Yo no quiero ser el siguiente que se haga mala fama en esto. Porque Twitter es un excelente medio para relacionarse, pero a veces es peligroso, pueden pasar de amarte a odiarte en un día. True Story.
La cosa no es ser grave ni tampoco no tener sentido del humor. La cosa aquí es medirse. Eso es lo importante.
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Luego, con el tiempo y ya que Fotolog se convirtió en un poblado de flaites, el perla se convirtió en un weón normal, o casi normal, por no decir anormal. Admiraba a Hitler, a Pinochet, llamó "delincuentes" a los Detenidos Desaparecidos, y comunica su odio a las gordas. Y para difundir sus ideas, qué mejor que Twitter, la red social de moda. Fue un tipo polémico, durante la tragedia de Juan Fernández se burló sin piedad de Felipe Camiroaga, en el incendio de la Carcel de San Miguel se rió de las víctimas. Y la guinda de la torta fue este año, cuando abrió un tumblr dedicado a subir fotos de chilenas "gorrrrdas", donde fomentaba el odio a ellas. No hay problema que quieras subir una foto, pero la cosa cambia drásticamente cuando te mofas de ellos y también cuando las humillas por internet. Da lo mismo si le borras el rostro, es igual y punto.
Lo bueno de todo esto es que al compadre le salió el tiro por la culata y la avivada tuitera @psyclaudita se logró contactar con alguna de las personas que Alvarez humilló, y la ministra del Sernam Carolina Schdmit acogió la denuncia. Resultado: Habemus querella.
Lo peor de todo es que Ignazio se amparó en la "libertad de expresión" para justificar lo hecho, y no faltó el que lo defendió. Okas, las libertades son buenas y garantizan que este país sea democrático en cierta medida, pero hay que medirse. Si solo falta que alguien se ponga a tirar en medio de la Alameda o en O'Higgins (en el caso de Conce) y luego la excusa sea "se me cohartó la libertad". Nope, hay un límite. Y ese límite es ocupar derechos para hacer lo que uno quiera, y esa no es la gracia.
Bernales salió en Chilevisión, en "Hora 20" y en "Mentiras verdaderas", incluso Eduardo Fuentes explicó los motivos de por qué lo habían invitado. Y es comprensible. Todos sabemos que el otrora "gominola" nunca va a buscar el morbo ni el sensacionalismo para vender ni para obtener rating o una que otra portada en un diario. En "Bienvenidos" Paulo Ramirez lo trató de imbécil, lo cual apoyo. En todo caso, hay que cuidar que no se le pase la mano al medio en el tratamiento de la información, que ya por sí es serio. Ya veo al susodicho dando sus descargos en "Secreto a voces", "Fruto prohibido" o "Primer plano" con su mismo discurso de odio y resentimiento hacia las gordas. Da lo mismo que se haya disculpado en el estelar de La Red.
Un tuitero que hizo hasta un evento benéfico fue acusado de llevarse la plata y luego trató mal a todos los que lo criticaban y hoy ese mismo está alejado de las redes sociales. Otro tuitero se gana la vida "cibermatando" a famosos. Una cuenta que representa a cierto sector de la política hizo RT a un tipo que publicó dirección y número de teléfono de Camila Vallejo y luego lo borró, y cuando llegó el juicio público se excusó diciendo que "habían varios administradores". Para qué decir de Copano que llora cuando lo trollean. Yo no quiero ser el siguiente que se haga mala fama en esto. Porque Twitter es un excelente medio para relacionarse, pero a veces es peligroso, pueden pasar de amarte a odiarte en un día. True Story.
La cosa no es ser grave ni tampoco no tener sentido del humor. La cosa aquí es medirse. Eso es lo importante.
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