A veces se habla tanto de lo que odiamos a la farándula que nos olvidamos de aquellos temas que, por lo mismo, no tienen cabida en la televisión chilena. Uno de ellos es la ley de pesca.
Resulta que se está viendo en el congreso un proyecto de ley, con mil indicaciones, presentada por Pablo Longueira, el cual quiere privatizar el mar y venderle los derechos de la pesca a las 7 familias más ricas del país. Por si no lo sabías, esas 7 familias explotan, a través de 4 empresas, el 92% de los recursos del mar que tranquilo nos baña. Pero lo peor viene ahora: Si se aprueba la "Ley Longueira", estás familias lo van a aprobar a perpetuidad, ya que les otorga el derecho a explotar los recursos, que más encima es heredable.
¿Gato encerrado? En lo absoluto.
Además, impedirá licitar para competir con las mismas 7 familias, donde las PYMES estarán sin acceso y los pescadores artesanales perderán 5 millas. Y eso no es todo: Si el estado quiere recuperar el mar, tendrían que expropiar y pagarle a las familias.
¿Ven que hay algo que se teje mal en esta ley? Además, si hay mil indicaciones, es porque derechamente está mal hecha.
Esto ha generado mucha indignación por los pescadores artesanales, que dicho sea de paso, han protestado tanto en Concepción como en Viña y en la capital misma. Pueden perder su trabajo que en algunos casos es de toda la vida, y lo peor de todo, es que tendrán que trabajar para alguna de las 7 familias que eventualmente podrían adueñarse de todo nuestro mar.
¿Esto ha tenido cobertura en televisión? Casi nula, porque están más preocupados de la suelta de turno que de denunciar esta ley que coharta el libre mercado, y que además, monopolizará el mar y lo convertirá en un negocio.
Así que de nosotros depende frenar esto, porque pocos chilenos sabemos de lo que están tejiendo en el gobierno y algunos parlamentarios. Y hay otros temas que Chile no sabe, pero que deberían ser importantes, como la Ley Hinzpeter, o la represión cruel y descabellada de los carabineros contra los estudiantes. La participación genera cambios, y eso es lo que vale, quedó demostrado en las elecciones (sobre todo en Ñuñoa), donde si uno no vota, se farrea una oportunidad de oro de cambiar las cosas.
Creemos en la democracia, pero también creemos en el uso responsable de esta. Asi que luchemos para que no se consume la ambición de unos pocos, y para que los parlamentarios voten por todos, y no por las 7 familias.
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Resulta que se está viendo en el congreso un proyecto de ley, con mil indicaciones, presentada por Pablo Longueira, el cual quiere privatizar el mar y venderle los derechos de la pesca a las 7 familias más ricas del país. Por si no lo sabías, esas 7 familias explotan, a través de 4 empresas, el 92% de los recursos del mar que tranquilo nos baña. Pero lo peor viene ahora: Si se aprueba la "Ley Longueira", estás familias lo van a aprobar a perpetuidad, ya que les otorga el derecho a explotar los recursos, que más encima es heredable.
¿Gato encerrado? En lo absoluto.
Además, impedirá licitar para competir con las mismas 7 familias, donde las PYMES estarán sin acceso y los pescadores artesanales perderán 5 millas. Y eso no es todo: Si el estado quiere recuperar el mar, tendrían que expropiar y pagarle a las familias.
¿Ven que hay algo que se teje mal en esta ley? Además, si hay mil indicaciones, es porque derechamente está mal hecha.
Esto ha generado mucha indignación por los pescadores artesanales, que dicho sea de paso, han protestado tanto en Concepción como en Viña y en la capital misma. Pueden perder su trabajo que en algunos casos es de toda la vida, y lo peor de todo, es que tendrán que trabajar para alguna de las 7 familias que eventualmente podrían adueñarse de todo nuestro mar.
¿Esto ha tenido cobertura en televisión? Casi nula, porque están más preocupados de la suelta de turno que de denunciar esta ley que coharta el libre mercado, y que además, monopolizará el mar y lo convertirá en un negocio.
Así que de nosotros depende frenar esto, porque pocos chilenos sabemos de lo que están tejiendo en el gobierno y algunos parlamentarios. Y hay otros temas que Chile no sabe, pero que deberían ser importantes, como la Ley Hinzpeter, o la represión cruel y descabellada de los carabineros contra los estudiantes. La participación genera cambios, y eso es lo que vale, quedó demostrado en las elecciones (sobre todo en Ñuñoa), donde si uno no vota, se farrea una oportunidad de oro de cambiar las cosas.
Creemos en la democracia, pero también creemos en el uso responsable de esta. Asi que luchemos para que no se consume la ambición de unos pocos, y para que los parlamentarios voten por todos, y no por las 7 familias.