Un jovenzuelo penquista que es feliz a su manera. Técnico en Computación e Informática que actualmente busca trabajo y, en el intertanto, quiere aprender más el bello arte de armar y arreglar computadores. Combate por la TV de calidad y ama la música pop tanto como a su familia.

27 junio 2013

¿Por qué es necesario el regreso de los estelares de renombre?

Ya dije yo que los estelares que tenemos hoy no deberían llamarse como tal. Porque en una televisión chilena que es inmirable, donde el horario prime comienza muy tarde, donde hay hasta que trasnochar para ver un programa que nos gusta, donde el esquema no sale de "farándula+piluchismo en novelas nocturnas+truculencia in extremis+realities hasta que se cansen" -y eso les está pasando la cuenta y como se los está pasando-, es necesario un cambio tras tres años de monotonía y poca consideración a la hora de aprobar ciertos programas.

Y uno de los pilares fundamentales para este regreso de la TV de calidad es el regreso de los estelares de los decentes, con todas las de la ley, con invitados renombrados que te hacen olvidar sanamente de los problemas fundamentales de este país -que son muchos, pero que tienen solución-. Invitados de enorme "alcurnia" que valen la pena gastar una millonada por ellos.

Pero, siendoles sinceros, hay gente que definitivamente no toma en serio a LTSC. Mucha gente dice cosas como "Este tipo no acepta que la televisión cambió", "este quiere retroceder 20 o 30 años la TV", "este quiere que todos los canales se vayan a la quiebra", "este se cree gringo", "este se cree europeo" , "su intención es ver caer a las cadenas", "este tipo solo piensa en Katy Perry", "que se compre una vida", "que nos deje hacer tele tranquilos", "es que es muy caro", "es que no se puede", "es que vivimos en Chile y no en Estados Unidos", "es que no lo vería nadie" y tantos otros comentarios que respeto, pero no los comparto, obviamente.

Mi intención no es ni nunca será ver caer a Canal 13 ni a Chilevisión. Si me alegro porque ambos tienen perdidas económicas es porque mi tesis de que "la TV basura es pan para hoy y hambre para mañana" era la correcta y el tiempo y los hechos me han dado la razón. Tampoco es mi intención hacer que la TV chilena vuelva a 1984, 1988 ni a 1996. Lo viejo puede volver siempre y cuando se considere al Chile de hoy, que no es del todo farandulero. Tampoco me creo gringo ni europeo, solo tomo lo bueno de la tele de esos lugares para que se replique acá en Chile, con profesionales chilenos -miren que en USA y en el viejo continente la TV es buena, pero no tan perfecta como en UK o en Alemania- y con esos ingredientes tan chilenos.

Por eso, quiero explicarles detalladamente por qué programas como "Noche de ronda", "Sal y pimienta" y otros de similar alcurnia deben volver a la TV chilena.

¿Quieren competencia? ¡La tendrán! Si vuelven los estelares a las 22h00 no solo habrá competencia entre pescas de sintonía, sino que además de quién trae los mejores invitados. Para darles un ejemplo: En Argentina en 1992 si en "Ritmo de la noche" tenían de invitado a Ricky Martin, en su competencia tenían a nada menos que a Iggy Pop. O en la actualidad de la TV britanica. En el programa de Graham Norton llevaron a Rihanna mientras que a Britain's Got Talent tuvieron a Demi Lovato cantando su más reciente éxito. Acá en Chile puede pasar lo mismo. Por ejemplo: Si, ponte tú, Canal 13 trae, no sé, a una Katy Perry, en Mega por decir contestarían trayendo a Lady Gaga, su competencia aunque muchos en la industria de la música no quieran reconocerlo. O si en TVN traen a Coldplay, en Canal 13 responden invitando a Metallica. Digo, para que no sigan viniendo puros paquetes ni "sandías caladas" a nuestro país, y para que vengan "más que a cantar" como decía una promo de CHV.

La solución a la perdida de sintonía. La farándula hizo que la TV tuviera altos números de audiencia en el arcaico sistema de Time Ibope, lo que ha hecho que las televisoras programen al antojo de las 600 casas y no a la de todos los chilenos -ya vieron el puchero que hice cuando Mega descuidó dos programas y los hizo morir como si nada hubiera pasado-. Pero de la noche a la mañana, la sintonía, tanto como las luquitas que ganaban, se fueron. El "cochinito" se les acaba y no solo eso, sino que está haciendo que la pequeña pantalla tenga una tremenda crisis valórica donde muchos se cuestionan el nivel que tiene, todo por culpa, reitero, de las 600 casas. Una actuación de un artista renombrado en nuestra televisión, quien quiera que sea, y sea del rubro que sea, traería un alza considerable de sintonía y todos, al dia siguiente, estarían hablando de ese invitado y todo lo que hizo. Y no solo en Chile, sino que en el mundo entero.

¡Todos querrán venir a Chile! La industria del entretenimiento en nuestro país es tan mala pero tan mala que vienen los mismos de siempre a cantar todos los años. Los Morrisseys, los Metallicas, los Justins Biebers, los Alices in Chains. Parece un deja vu. Traer a Chile a Angelina Jolie o a Kesha llevaría consigo el hecho de que toda la constelación de estrellas querrá venir acá. Ya dejariamos de ser "el país que está en el trasero del mundo y que por geografia y presupuesto se queda con las migajas de la industria de los conciertos". No solo a estelares, sino que a muchisimos eventos querrán venir ese amado cielo del cine y la música. Le daría renombre al país.

Se acrecentaría el mercado. La industria musical chilena es chica. Y esto solo sucede porque los sellos que hay actualmente piensan que su rol solamente es ofrecer artistas de su catálogo a las radios, y si sale, un concierto. Si las industrias de México, Brasil y Argentina son grandes, es porque los sellos que están allá hacen más que eso, le hacen una adecuada promoción que incluye actuaciones en la pequeña pantalla -ya dije que todos van a lo de Susana Gimenez porque es el programa estandarte de la TV trasandina y porque es conocido continentalmente-. Conseguir una actuación de Selena Gomez o Kayne West en la tele significaría que el mercado, tanto el televisivo como el musical, crecerá más de lo presupuestado, y hasta habrían contratos de exclusividad. Por ejemplo, en 1980 el "Vamos a ver" consiguió en exclusiva a todos los artistas de un sello cuyo nombre no recuerdo en este minuto.

Ganarían más de lo que perdieron con la farándula. Si la farándula hizo ganar millones en los mismos tres tiempos en que se esfumaron, los invitados de renombre le darían tal éxito a los estelares que millones de empresas querrán patrocinar los espacios y todos querrán avisar en ellos. Así rompemos el mito de que "la TV de calidad no vende" y que "traer a tal y tal persona resultaría carisimo".

Sé que contamos con obstaculos, que siempre los hay, como el de los productores que solo piensan en hacer farándula y en esos tipicos amargos que dicen "se preocupan más de [inserte artista acá] que de la educación o la represión en [inserte ciudad, comuna o pueblo]". Pero nada nos detendrá en esta cruzada por devolverle la calidad a la televisión chilena, calidad que nunca debió perder.

DECLARACIÓN PÚBLICA: COMO TELEVIDENTES PEDIMOS Y EXIGIMOS RESPETOA nosotros como equipo, tanto como a ustedes que nos...

Posted by La tele según Caamaño on martes, 19 de enero de 2016