Pero ese es otro punto. A lo que voy es que Luciano Huck sabe como traspasar emociones al otro lado de la pantalla, por lo mismo, le dio una sorpresa a una fanática de la banda de Florida la cual consistia en que la misma viajó de su ciudad natal a Rio de Janeiro, donde se ubican los Estudios Globo. Ella estaba viendo otro programa del "Caldeirao" que no era el que se emitia en vivo para las emisoras propias y afiliadas del "plim-plim", y de pronto, el también locutor radial comienza a hablar con la afortunada diciendole que sus idolas la estaban esperando en el plató, por lo que de inmediato una limusina la llevó hasta la ex Projac y se abrazó con Camila Cabello y compañía.
Eso, queridos amigos, es la emoción traspasada a la pantalla. Porque es el sueño de cualquier fan, desde los tiempos de "Sorpresa, ¡Sorpresa!" de Isabel Gemio o "Carramba Che Sorpresa" de la Carrá. ¿Por qué acá en Chile no sucede lo mismo? Usted ya lo sabe: La plata que debería invertirse en artistas cae en gente de dudosa reputación o endiablándose como Chriss McMillan.
