Tercera jornada del Festival de la Canción de Viña del Mar y vimos como el Monstruo cobraba su primera victima en lo que va de este certamen, además de la clase y jerarquia de dos eximios baladistas
Ana Gabriel
En la bautizada por algunos amigos "Noche de Pablito Aguilera", la artista mexicana hizo gala de su basto repertorio. Aunque, a mi gusto, faltó "Hice bien quererte" -la canción con la que cerró, por ejemplo, su concierto en la Plaza de Toros de México-, no fue impedimento para reunir a miles de generaciones a través de su música, cebolla picada finita.
Ruddy Rey
Pucha, Ruddy. Le echaste la culpa a la mexicana, a los animadores, pero la realidad es que tu rutina fue bastante fome, además de incomprensible. El porteño, hincha de Santiago Wanderers, simplemente no estuvo a la altura de las expectativas. Tal vez, tanto en Viva Dichato como en Mentiras Verdaderas en sus viernes de humor fue un golazo, pero en Viña es otra cosa. Broadway de cuneta. Para cerrar, nada más acertado para cantar: "Solo me queda llorar".
Raphael
Sin dientes caidos este año, "Er niño", "Er ruiseñor de Linares" la hizo de lujo en su nueva aparición en la Quinta Vergara. Su show no fue un "escándalo" sino que una "gran noche" para dejar "En carne viva" un "Maravilloso corazón". Vaya, me volvi Vodanovic. Pero la cuestión es que el español maravilló al público. Y un dato: Rafael Martos se vestia de negro para no distraer a sus fans de lo que realmente importaba: La voz
