Ya hablar de televisión chilena a estas alturas me deprime. Siempre lo mismo todos los días: Novelas, farándula, programas sensacionalistas, noticieros que se volvieron a alargar, erradas decisiones de gestión como programáticas, pérdidas millonarias de los canales por hacer más de la misma cantaleta, matinales amarillistas que están lejos de ser riquezas máximas, y un largo etcétera. ¿Pero por qué sucede esto? Simple: Como dijo @VedderCornell, decidieron abandonar al público juvenil.
El único canal que aporta con contenidos jóvenes, o sea TVN, apenas marca 10 puntos con una novela que a mi me emociona, pero que en el prime cada vez que hace algo interesante, pasa desapercibido en la dictadora inauditable. ¿Por qué sucede eso? ¿Será que el televidente chileno de verdad es ignorante? ¿O será que los hábitos de consumo en nuestro país han cambiado y nadie lo quiere reconocer?
Peor son los críticos dedicados al acontecer televisivo actual. Hasta uno de mis referentes, el gran Luis Breull, optó por tirarle flores al canal que le va bien monetariamente hablando -aún cuando su programación no sea la gran maravilla ni un apostolado de un contenido diverso-. Y si hablamos de nefastos, tenemos a Juan Luis. Es inconcebible que él siga tirándole mierda a los programas de mejor calidad para favorecer a un modelo de la década pasada que hoy es inviable.
Lo cierto es que nosotros, los que tenemos entre 15 y 29 años, estamos viendo la televisión por otras plataformas: Los servicios por cable y satélite, las señales online que las cadenas tienen disponible en diversas plataformas, los contenidos on-demand pagados como Netflix. Vemos nuestros contenidos cuando queremos y donde queremos. Hasta las turcas, por eso llama la atención que Mega corte "Fatmagul" en cuatro solo para mantener cautiva a su audiencia, por lo que sus fans no tienen cara para criticarle los microcapítulos a TVN -peor, celebran esa medida-.
Si, me indignó que el canal de Bethia haya quitado ATON, y me indignó porque era un prototipo de programación juvenil que atraía cada vez más y más gentes. Quizás fue exagerado de mi parte mi postura de encontrar malo todo lo del Mega, pero era la única manera de hacer ver que su programación estaba orientada para señoras -si digo cosas más ofensivas me muelen a palos-. Y me indigna, así como me indignó el hecho de que TVN haya dejado de dar el torneo de básquetbol después de un partido y haya optado por seguir con su "Zona D Reciclajes", y tan bien que iban.
Las maneras de ver televisión han cambiado. Ya en la era de los Smart TV y el HD, el actual sistema está más que obsoleto. Pero nadie lo quiere reconocer, y como nadie se atreve, optan por conquistar a la poca audiencia que les queda con más turcas y más noticieros sensacionalistas. Y así les va. Sepan que Canal 13 fue el que más plata perdió durante la temporada pasada.
Me da tanta rabia ver a Mega liderar, pero a la vez, me da rabia ver a Chilevisión segundo. ¿Vamos a volver al 2011, donde era relevante el tongo de la semana orquestado por Jaime de Aguirre?
Hasta a mi me deprime hablar de tele, puesto que en el foro donde revisan el acontecer tevito se volvieron igual de virulentos, los comentaristas parecen barrabravas de fútbol y defenestran todo lo que sea de los canales que no son fanáticos. Peor, los que desean que "Matriarcas" le vaya mal para que a TVN le pase la peor de las maldiciones. Y como a mi me deprime hablar de televisión chilena, me dedico a comentar a las cantantes gringas, que son lo que debería mostrar la TV chilena. Inconcebible que hayan fenómenos incluso de artistas de nuestro país y nuestros queridos canales lo ignoren y sigan siendo partidarios de la farándula. Nunca invierten en el futuro, solo en el pasado y en más pasado.
Espero que quienes están matando la rica y vasta historia de la televisión chilena estén conformes con lo que lograron: Que cada vez menos gente se interese en ellos. Cada vez somos menos los que los vemos y preferimos otros contenidos en el cable o en Netflix. A ver si de alguna manera cambian su modelo de negocios orientado al farandulismo y se dedican a hacer lo que deberían hacer siempre: Una TV de clase mundial.
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El único canal que aporta con contenidos jóvenes, o sea TVN, apenas marca 10 puntos con una novela que a mi me emociona, pero que en el prime cada vez que hace algo interesante, pasa desapercibido en la dictadora inauditable. ¿Por qué sucede eso? ¿Será que el televidente chileno de verdad es ignorante? ¿O será que los hábitos de consumo en nuestro país han cambiado y nadie lo quiere reconocer?
Peor son los críticos dedicados al acontecer televisivo actual. Hasta uno de mis referentes, el gran Luis Breull, optó por tirarle flores al canal que le va bien monetariamente hablando -aún cuando su programación no sea la gran maravilla ni un apostolado de un contenido diverso-. Y si hablamos de nefastos, tenemos a Juan Luis. Es inconcebible que él siga tirándole mierda a los programas de mejor calidad para favorecer a un modelo de la década pasada que hoy es inviable.
Lo cierto es que nosotros, los que tenemos entre 15 y 29 años, estamos viendo la televisión por otras plataformas: Los servicios por cable y satélite, las señales online que las cadenas tienen disponible en diversas plataformas, los contenidos on-demand pagados como Netflix. Vemos nuestros contenidos cuando queremos y donde queremos. Hasta las turcas, por eso llama la atención que Mega corte "Fatmagul" en cuatro solo para mantener cautiva a su audiencia, por lo que sus fans no tienen cara para criticarle los microcapítulos a TVN -peor, celebran esa medida-.
Si, me indignó que el canal de Bethia haya quitado ATON, y me indignó porque era un prototipo de programación juvenil que atraía cada vez más y más gentes. Quizás fue exagerado de mi parte mi postura de encontrar malo todo lo del Mega, pero era la única manera de hacer ver que su programación estaba orientada para señoras -si digo cosas más ofensivas me muelen a palos-. Y me indigna, así como me indignó el hecho de que TVN haya dejado de dar el torneo de básquetbol después de un partido y haya optado por seguir con su "Zona D Reciclajes", y tan bien que iban.
Las maneras de ver televisión han cambiado. Ya en la era de los Smart TV y el HD, el actual sistema está más que obsoleto. Pero nadie lo quiere reconocer, y como nadie se atreve, optan por conquistar a la poca audiencia que les queda con más turcas y más noticieros sensacionalistas. Y así les va. Sepan que Canal 13 fue el que más plata perdió durante la temporada pasada.
Me da tanta rabia ver a Mega liderar, pero a la vez, me da rabia ver a Chilevisión segundo. ¿Vamos a volver al 2011, donde era relevante el tongo de la semana orquestado por Jaime de Aguirre?
Hasta a mi me deprime hablar de tele, puesto que en el foro donde revisan el acontecer tevito se volvieron igual de virulentos, los comentaristas parecen barrabravas de fútbol y defenestran todo lo que sea de los canales que no son fanáticos. Peor, los que desean que "Matriarcas" le vaya mal para que a TVN le pase la peor de las maldiciones. Y como a mi me deprime hablar de televisión chilena, me dedico a comentar a las cantantes gringas, que son lo que debería mostrar la TV chilena. Inconcebible que hayan fenómenos incluso de artistas de nuestro país y nuestros queridos canales lo ignoren y sigan siendo partidarios de la farándula. Nunca invierten en el futuro, solo en el pasado y en más pasado.
Espero que quienes están matando la rica y vasta historia de la televisión chilena estén conformes con lo que lograron: Que cada vez menos gente se interese en ellos. Cada vez somos menos los que los vemos y preferimos otros contenidos en el cable o en Netflix. A ver si de alguna manera cambian su modelo de negocios orientado al farandulismo y se dedican a hacer lo que deberían hacer siempre: Una TV de clase mundial.