Tiene terrenos que deberían ser de los mapuches. Tiene un sistema y una constitución nacida en dictadura y que hoy, en democracia, todavía sufrimos de las consecuencias de aquello. Tiene la salud, la educación, todo a la pinta de ellos. Tienen el negocio de las jubilaciones que ofrecen pensiones miserables. Hasta tiene la justicia a su favor, con pactos de silencio, grandes cabecillas condenados a clases de ética y hasta cárceles con DirecTV y piscinas (!). Tienen todos los medios de comunicación, partiendo por los diarios que se hicieron conocidos y vivieron mamando de la teta de Pinochet, la televisión chilena infumable como ella sola, difundiendo una sola visión de la verdad.
Me cuesta entender a la gente que es de derecha puesto que ellos son cómplices de toda la basura que tenemos hoy. Con el solo hecho de adherir al conservadurismo nacional permitieron, entre otras cosas, los casos PENTA, Soquimich, Caval, la telebasura-farándula, la poca diversidad en medios, la desigualdad en derechos universales que deberían ser gratuitos. Justifican hechos ocurridos diciendo que "ellos no fueron blancas palomas", "algo habrán hecho" o "están escondidos en Suecia".
Hoy, en un día en el que los empresarios de los camiones consiguieron sus caprichos -porque hay que separar aguas, no son los dueños de ellos que se desligaron de esta manifestación, sino que la mafia ligada a la UDI-, me cuesta menos entender a nuestro país.
¿Qué gana la derecha pisoteando los derechos de los demás? ¿Qué quieren conseguir usando el conflicto mapuche para sus caprichos? ¿Repetir la historia? ¿Qué es lo que quieren al chantajear y amenazar por los medios de comunicación que va a haber desabastecimiento? ¿Qué necesitan gritando consignas por Pinochet y el Mamo Contreras?
¿Qué más quieren? Porque lo tienen todo a su favor.
Lo que da más lata es que una manifestación de 13 camiones tenga más cabida en los noticieros que las demandas justas de los estudiantes, los profesores, los que reciben pensiones miserables que no son acordes con los años de trabajo. Necesitamos que los cimientos con los que vive nuestro aflijido país estén en concordancia con el país de hoy, con los que soñamos los que estuvimos ahí en el 2011. No es un panfleteo comunacho, es una necesidad que la sociedad requiere.
Para finalizar esta cita, que ganará el apoyo de un sector y el repudio de otros -lo que menos quiero ahora es que ambos bandos se peleen, el animo no está para esas cosas-, finalizo con una frase del conductor brasilero Silvio Santos: "Los malos solo ganan por unos minutos". Porque a diferencia de muchos que piden que este país se acabe, que dicen que nos merecemos terremotos y todas las tragedias que ocurran, yo creo en un mejor país.
