Un jovenzuelo penquista que es feliz a su manera. Técnico en Computación e Informática que actualmente busca trabajo y, en el intertanto, quiere aprender más el bello arte de armar y arreglar computadores. Combate por la TV de calidad y ama la música pop tanto como a su familia.

07 marzo 2016

La editorial de los lunes: Vamos a matar al gusano (o la música tevita de cada día)

La televisión chilena no pasa por muy buenos momentos hoy por hoy, todos lo sabemos. Y eso se traduce en el nivel artístico que presenta hoy por hoy nuestra pequeña pantalla, ausente de calidad y de un buen nivel. Y como hace algunas semanas ya nos referimos a las llamadas "cantantes improvisadas" que impone lo que queda del farandulismo para eclipsar a grandes figuras, ahora lo haremos con lo que yo llamo: "La música tevita de cada día".

En el pasado, en los 80s y 90s, teníamos música para todos los gustos: Artistas momios (Rodolfo Navech, Cristobal, Juan Carlos Duque, la Maldo, Ginette Acevedo, Arturo Millán), rockeros (Chancho en Piedra, Lucybell, Los Tres, La Ley, Javiera y los Imposibles, Los Ex, Machuca), poperos de distintas cepas (Glup!, Supernova, Christianes e incluso los experimentos de laboratorio que nacieron en el 2000) y hasta exponentes de la música sound que proliferaba por aquellos años. Y que ni se diga de la tele de los 70s antes del golpe, con un TVN que acogía a los artistas del sello Dicap y a un Canal 13 facho a manos de Hasbún que hizo y deshizo a su pinta y desvió el rumbo dentro de la televisora por aquel entonces.

¿Qué pasa hoy día? Cuando la farándula estaba en su peak de sintonía, lastimosamente grandes artistas nacionales, algunos incipientes, fueron derechamente ignorados y hasta se burlaban de ellos. Como el caso de Anita Tijoux, que fue tratada de "carita de nana" por la entonces panelista de SQP Francisca Merino, además de que se expresaron clasistamente contra Denise Rosenthal. Al mismo tiempo en que el farandulismo impuso los ya llamados improvisados como Kenita Larraín, Luli -la peor reina de los 57 años del Festival de Viña- y Francisco Huaiquipan, además de Daniella Chavez, que de talento artístico tiene lo mismo que tiene Sergio Melnick o Gustavo Hasbún de inteligencia.

Se apartó y se exilió al movimiento del nuevo pop nacional como Javiera Mena, Francisca Valenzuela, Manuel Garcia, Gepe, Pedropiedra, la misma Tijoux, Astro, Dënvër, y tantos otros. Incluso a poperos que cumplían con el estándar televisivo como la Rosenthal que hasta su regreso a la actuación en "Matriarcas" nunca la tomaron en serio. Otros incipientes y posibles representantes nacionales del "pop duro" como la ex participante de "Mi nombre es..." Francis Fellizeri, y la locutora de Niu Radio Maca Torres, también fueron apartados del mundo tevito y por eso hoy solamente un par de personas como yo conocemos a ambas, lo cual es injusto porque debería estar en la mente y en los oidos de todos... bueno, los más tolerantes, los metálicos no pasan nada que no tenga poleritas negras y ruidos de garage.

¿Y qué llegó a cambio? Baladistas lateros cuyas canciones se multiplican por siete pero en realidad son la raiz cuadrada de cero (!) y que solo los pescan en la FMDos, grupos de cumbia ranchera que se dividen hasta en cinco y tienen nombres similares pero diferentes, como por ejemplo, Los Charros de Lumaco, Los Charros de Capitán Pastene La Comuna de Lumaco y Los Charros de Luchito y Rafael. Con esto, la división de los Inti Illimani estaba haciendo clara escuela. Y lo más terrible es que los rancheros no ofrecen nada nuevo, solamente covers de canciones AM y distintas versiones de "¿Cómo se mata al gusano?". Y que más encima cuando van a la tele hacen un playback descaradísimo.

No hay una propuesta novedosa ni diferente en ambos casos. Todo eso "ya se ha visto" como diría George Harrison en Los Simpsons. Los artistas que aparecen a diario en los matinales y en programas como "Vértigo" y hasta "Intrusos" son desechables. ¿Para qué hacen miles y miles de talent shows si ni siquiera difunden sus trabajos en la pequeña pantalla?

En el caso de Argentina, conviven desde el folklore de Los Nocheros y Abel Pintos hasta el pop de Tan Biónica y Lali Espósito, todos aparecen frecuentemente en los programas locales y hasta del cable. Para qué decir de los casos más notorios como México, donde pareciera que sobrevive el pop desechable y otras propuestas llamativas como Paty Cantú o Carla Morrison, aunque a ellos les dio con prevalecer por sobre todas las cosas la horrible "música de banda". O Brasil, que cuenta con la industria más desarrollada de América Latina, donde últimamente y luego de años del letargo de los "sertanejos universitarios" que en su mayoría lanzan singles de actuaciones en vivo con parafernalia que no lo vale, llegó una bonita explosión popera de la mano de Ivete Sangalo, Claudia Leitte, Anitta, Ludmilla, Lexa, Preta Gil e incluso rockeros como Emicida, Projota y la memoria de Mamonas Assassinas, una banda que murió en trágicas circunstancias hace ya 20 años.

Ojo, nadie está ninguneando a los rancheros más corrientes como Los Hermanos Bustos o Los Llaneros de la Frontera. Ellos han sido y serán un aporte a la música. Nos referimos única y exclusivamente a aquellos que les da flojera componer y recurren a covers de Pandora o hasta Marisela. Y además con videoclips que solo los muestran a ellos tocando sus instrumentos desde algún lugar del "Chile profundo". Hasta las producciones de Eyci & Cody, Croni-K o Américo tienen más desarrollo que esos.

En la variedad está el gusto dice el dicho, pero para la TV chilena parece que no hay variedad, y la pobre oferta programática compuesta principalmente por telenovelas de diferentes nacionalidades también se refleja en la pobre variedad musical que ellos ofrecen, dejando a los más jóvenes cada día más huerfanos. E incluso a las fandoms más reconocidas del país. Es más, recientemente en Paraguay el canal Telefuturo estrenó un programa musical llamado "Estación 40" donde muestran lo que suena en este momento. Comprendemos que nos ganen las más reconocidas industrias, pero cuando lo hace la tele de un país pobre es para ponerse a llorar.

¿Qué es lo que trae la ausencia de artistas de renombre o de novedades musicales decentes en la televisión chilena? Hace que las fandoms no vean televisión abierta o en el peor de los casos se queden con lo que haya, o sea, el reality. Y eso es demasiado peligroso a futuro, porque pueden proliferar fanclubs de vagonetas sin cerebro ni talento, como los que hubo en el 2012 con el boom de "Mundos Opuestos".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Este es un espacio abierto, pero para evitar SPAMS y cualquier Off-Topic, los comentarios están siendo moderados, pero serán visualizados a la brevedad. Ahora, entre con confianza...

DECLARACIÓN PÚBLICA: COMO TELEVIDENTES PEDIMOS Y EXIGIMOS RESPETOA nosotros como equipo, tanto como a ustedes que nos...

Posted by La tele según Caamaño on martes, 19 de enero de 2016