El año 2004, 45 años del festival se cumplían, y se hizo una gran campaña que incluyó cambio de lema, de "Viña canta y encanta" pasamos al "Todos arriba", y un logo en tono naranja fue el encargado de contagiar optimismo, más un jingle más electronico y más moderno. Los artistas convocados eran: Cristian Castro, Umberto Tozzi, Salvatore Adamo, Camilo Sesto, Bacilos, Chancho en Piedra, Toto, Juan Gabriel, Alex Ubago, Luis Fonsi, Canal Magdalena, Inti Illimani, Los Petinellis, Jarabe de Palo, Fito Páez, Molotov y La Sonora de Tommy Rey. En el humor en tanto Palta Meléndez, Natalia Cuevas y los reencontrados Indolatinos.
De tal manera que el 18 de febrero, una voz ronca de un rostro computarizado en la pantalla y un hombre laser -un ser freakie- nos dieron la bienvenida a la versión nº 45 de la cruzada musical. Y Antonio Vodanovic, en el que sería su último festival -aunque sin avisar-, aparecía flamante entre el público.
El primero en subir al escenario es el siempre compuesto Cristian Castro, que enamora a las muchachas e incluso se tira encima del público, en un acto de descontrol, locura y éxtasis que demuestra el humor del cantante azteca, aunque mechoneos hubo y de los buenos.
Un grato recuerdo y a la vez también un testimonio de vida presenciamos en la Quinta Vergara. Soraya Lamilla, de gran popularidad con temas como "De repente", volvía a la escena después de someterse a un tratamiento contra el cancer de mamas que tuvo el valor de superar. Y ya revitalizada, se sube al escenario viñamarino, donde con solamente cuatro temas -ella era parte del jurado junto a Fonsi, Ubago, Cristian Arroyo, Chema Purón, Diego Muñoz y Pampita entre otros- logró cautivar al Monstruo. Una solida actuación con una persona que hoy está allá arriba deleitando con su voz a Dios, y a la cual siempre recordamos con cariño. Pero un momento para nada agradable fue la actuación de Umberto Tozzi, cantó sus temas reconocidos en italiano y los que cantó en español se le olvidó la letra -en 1980 hizo playback y los reporteros le dieron el "premio Limón"-, y a la mañana siguiente en "Con ustedes al festival", Julio Cesar Rodríguez lo tilda de "ladrón".
Otro momento que recordamos con cariño es el regreso de Sandy. En el verano de aquel año fue encontrado en precarias condiciones mendigando en la calle por el equipo de "Viva la mañana", que le hace un programa entero a buscarle ayuda. Ese festival sería el último antes de su muerte meses después, con una rutina que hizo reir a carcajadas. Fin de jornada con La Sonora de Tommy Rey, y su lider, que nunca pierde la alegría y hace bailar hasta el más tieso. Ah, y en la competencia recuerdo especialmente al libanés Sami Kates, un hombre con pinta de amanerado que fue la revelación de aquel tiempo, pero que fue eliminado en primera ronda.
Segunda jornada y abre los fuegos el desaparecido grupo electrónico "Marciano", liderado en ese entonces por Sergio Lagos. Y un momento especial vive Camilo Sesto, más viejo, más arrugado pero no por eso sin los alaridos que lo caracterizaron, quien se ganó el corazon de todos, según palabras de Vodanovic en uno de sus interludios "sin distinción de edad". El conjunto colombiano Bacilos llena de sabor cafetero a la galucha con temazos como "Carito", "Caraluna" -la misma que mataron los publicistas de las Farmacias Cruz Verde- y "Tabaco y Chanel".
Palta Meléndez volvía después de una larga ausencia a la Quinta Vergara, y tuvo un comienzo bastante flojo, incluso reconoce in situ que estaba "más nervioso que la cresta", pero después repunta y saca carcajadas con su clásica imitación a Pinochet con Margaret Thatcher incluida. Y finalmente, la "comunidad marrana" se hace sentir en el escenario con Chancho en Piedra, esa noche que manera de haber Juanitos po'h hombre.
En la tercera jornada, el grupo Toto, con obras maestrisimas como "Stranger in Town", "Hold the Line" y el imprescindible "Africa" hace notar que no pasan los años por este notable conjuntazo. Un ya irreconocible Juanga sube por quinta vez -y hasta el momento última, sin perder la calidad de este amanerado artista azteca. Alex Ubago denota romanticismo, pese a que siempre canta como medio desganado el tipo. Y el grupo Canal Magdalena se deja caer sobre el anfiteatro con su rock-pop, algo que se extraña hoy en día. A propo, ¿qué será de Cristian Arroyo?
Noche chilena, y una joven quinceañera llamada María José Quintanilla se lleva todos los premios con su carisma y talento que no pierde el día de hoy. El conjunto Inti Illimani, aun entero y con Jorge Coulón a la cabeza, por fin se sube e, independiente de la orientación política de cualquier tipo, se hace sentir sobre el escenario.
Y un momento memorable, Natalia Cuevas con su personaje de "La Marjorie" que se presentaba en el "Mucho Lucho", no logró convencer al siempre implacable Monstruo, y el nerviosismo se notó linea a linea, e incluso se le olvidaron partes del libreto. Y cuando no daban más las pifias y mientras hacía una parodia de "Matrix", la imitadora huye despavorida. Lo más notable fue Antonio Vodanovic que al termino dijo "...y no se si esta historia continua", a lo que el respetable le contestó "Noooo!!!". En fin, los que sí triunfaron fueron Los Petinellis, grupo formado por el siempre irreverente Alvaro Henríquez.
El gran Salvatore Adamo se dejaba caer en la Quinta Noche con varios temones imprescindibles de cualquier playlist AM, como "Gran noche", "Mis manos en tu cintura" y una que le tengo cariño, "Tu amor de noche". Un incombustible Luis Fonsi nos preguntaba "¿Quién te dijo eso?", Fito Paez daba clase magistral de rock y finalmente, los irónicos de Molotov "movieron las cabezas" del público rockero asistente ese día.
Y llegamos a la noche final, donde abrió la noche una obertura promocionando la telenovela "Hippie", con un llamado de "Paz, amor y revolución", en una costumbre que siempre hacía el 13 en solitario desde el año anterior, cuando la última noche la obertura corrió por cuenta del elenco de "Machos". Ricardo Arjona, siempre con sus baladas detestables, abría la noche.
Un momento hilarante fue el que nos brindaron los Indolatinos. Pocos le tenían fe, pero finalmente conquistan a un público que en sus actuaciones en 1996 y 1999 siempre les fue esquivo. Ese año la cosa fue distinta, y los hilarantes ingredientes fueron "Hay que compartir, hay que compartir, hay que compartir, si tu me prestas lo que te sobra seré feliz" y un enfrentamiento entre "La media vuelta" y "Sapo cancionero".
Ese año la competencia la ganó "Tus ojos", interpretado por el nacional Alexis Venegas -que al mismo tiempo tuvo una dispar carrera-, en tanto la folclorica se la llevaba Abel Pintos con "Bailando con tu sombra", obra de Victor Heredia. Fin de fiesta corrió por cuenta del grupo electronico danes "Safri Duo", que fue furor el año anterior con el tema ese que sonaba en las promos de "Protagonistas de la fama".
El 2005, ¡se cae la quiiiiiiiiiiiiiiiintaaaaaa!
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De tal manera que el 18 de febrero, una voz ronca de un rostro computarizado en la pantalla y un hombre laser -un ser freakie- nos dieron la bienvenida a la versión nº 45 de la cruzada musical. Y Antonio Vodanovic, en el que sería su último festival -aunque sin avisar-, aparecía flamante entre el público.
El primero en subir al escenario es el siempre compuesto Cristian Castro, que enamora a las muchachas e incluso se tira encima del público, en un acto de descontrol, locura y éxtasis que demuestra el humor del cantante azteca, aunque mechoneos hubo y de los buenos.
Un grato recuerdo y a la vez también un testimonio de vida presenciamos en la Quinta Vergara. Soraya Lamilla, de gran popularidad con temas como "De repente", volvía a la escena después de someterse a un tratamiento contra el cancer de mamas que tuvo el valor de superar. Y ya revitalizada, se sube al escenario viñamarino, donde con solamente cuatro temas -ella era parte del jurado junto a Fonsi, Ubago, Cristian Arroyo, Chema Purón, Diego Muñoz y Pampita entre otros- logró cautivar al Monstruo. Una solida actuación con una persona que hoy está allá arriba deleitando con su voz a Dios, y a la cual siempre recordamos con cariño. Pero un momento para nada agradable fue la actuación de Umberto Tozzi, cantó sus temas reconocidos en italiano y los que cantó en español se le olvidó la letra -en 1980 hizo playback y los reporteros le dieron el "premio Limón"-, y a la mañana siguiente en "Con ustedes al festival", Julio Cesar Rodríguez lo tilda de "ladrón".
Otro momento que recordamos con cariño es el regreso de Sandy. En el verano de aquel año fue encontrado en precarias condiciones mendigando en la calle por el equipo de "Viva la mañana", que le hace un programa entero a buscarle ayuda. Ese festival sería el último antes de su muerte meses después, con una rutina que hizo reir a carcajadas. Fin de jornada con La Sonora de Tommy Rey, y su lider, que nunca pierde la alegría y hace bailar hasta el más tieso. Ah, y en la competencia recuerdo especialmente al libanés Sami Kates, un hombre con pinta de amanerado que fue la revelación de aquel tiempo, pero que fue eliminado en primera ronda.
Segunda jornada y abre los fuegos el desaparecido grupo electrónico "Marciano", liderado en ese entonces por Sergio Lagos. Y un momento especial vive Camilo Sesto, más viejo, más arrugado pero no por eso sin los alaridos que lo caracterizaron, quien se ganó el corazon de todos, según palabras de Vodanovic en uno de sus interludios "sin distinción de edad". El conjunto colombiano Bacilos llena de sabor cafetero a la galucha con temazos como "Carito", "Caraluna" -la misma que mataron los publicistas de las Farmacias Cruz Verde- y "Tabaco y Chanel".
Palta Meléndez volvía después de una larga ausencia a la Quinta Vergara, y tuvo un comienzo bastante flojo, incluso reconoce in situ que estaba "más nervioso que la cresta", pero después repunta y saca carcajadas con su clásica imitación a Pinochet con Margaret Thatcher incluida. Y finalmente, la "comunidad marrana" se hace sentir en el escenario con Chancho en Piedra, esa noche que manera de haber Juanitos po'h hombre.
En la tercera jornada, el grupo Toto, con obras maestrisimas como "Stranger in Town", "Hold the Line" y el imprescindible "Africa" hace notar que no pasan los años por este notable conjuntazo. Un ya irreconocible Juanga sube por quinta vez -y hasta el momento última, sin perder la calidad de este amanerado artista azteca. Alex Ubago denota romanticismo, pese a que siempre canta como medio desganado el tipo. Y el grupo Canal Magdalena se deja caer sobre el anfiteatro con su rock-pop, algo que se extraña hoy en día. A propo, ¿qué será de Cristian Arroyo?
Noche chilena, y una joven quinceañera llamada María José Quintanilla se lleva todos los premios con su carisma y talento que no pierde el día de hoy. El conjunto Inti Illimani, aun entero y con Jorge Coulón a la cabeza, por fin se sube e, independiente de la orientación política de cualquier tipo, se hace sentir sobre el escenario.
Y un momento memorable, Natalia Cuevas con su personaje de "La Marjorie" que se presentaba en el "Mucho Lucho", no logró convencer al siempre implacable Monstruo, y el nerviosismo se notó linea a linea, e incluso se le olvidaron partes del libreto. Y cuando no daban más las pifias y mientras hacía una parodia de "Matrix", la imitadora huye despavorida. Lo más notable fue Antonio Vodanovic que al termino dijo "...y no se si esta historia continua", a lo que el respetable le contestó "Noooo!!!". En fin, los que sí triunfaron fueron Los Petinellis, grupo formado por el siempre irreverente Alvaro Henríquez.
El gran Salvatore Adamo se dejaba caer en la Quinta Noche con varios temones imprescindibles de cualquier playlist AM, como "Gran noche", "Mis manos en tu cintura" y una que le tengo cariño, "Tu amor de noche". Un incombustible Luis Fonsi nos preguntaba "¿Quién te dijo eso?", Fito Paez daba clase magistral de rock y finalmente, los irónicos de Molotov "movieron las cabezas" del público rockero asistente ese día.
Y llegamos a la noche final, donde abrió la noche una obertura promocionando la telenovela "Hippie", con un llamado de "Paz, amor y revolución", en una costumbre que siempre hacía el 13 en solitario desde el año anterior, cuando la última noche la obertura corrió por cuenta del elenco de "Machos". Ricardo Arjona, siempre con sus baladas detestables, abría la noche.
Un momento hilarante fue el que nos brindaron los Indolatinos. Pocos le tenían fe, pero finalmente conquistan a un público que en sus actuaciones en 1996 y 1999 siempre les fue esquivo. Ese año la cosa fue distinta, y los hilarantes ingredientes fueron "Hay que compartir, hay que compartir, hay que compartir, si tu me prestas lo que te sobra seré feliz" y un enfrentamiento entre "La media vuelta" y "Sapo cancionero".
Ese año la competencia la ganó "Tus ojos", interpretado por el nacional Alexis Venegas -que al mismo tiempo tuvo una dispar carrera-, en tanto la folclorica se la llevaba Abel Pintos con "Bailando con tu sombra", obra de Victor Heredia. Fin de fiesta corrió por cuenta del grupo electronico danes "Safri Duo", que fue furor el año anterior con el tema ese que sonaba en las promos de "Protagonistas de la fama".
El 2005, ¡se cae la quiiiiiiiiiiiiiiiintaaaaaa!
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