Un jovenzuelo penquista que es feliz a su manera. Técnico en Computación e Informática que actualmente busca trabajo y, en el intertanto, quiere aprender más el bello arte de armar y arreglar computadores. Combate por la TV de calidad y ama la música pop tanto como a su familia.

25 agosto 2011

El doble discurso... y el conformismo de algunos

Primero, la introducción. Rodrigo Munizaga es un columnista de La Tercera que, al igual que yo, habla de tele. Sin embargo, en su última columna, hubieron ciertos elementos que no solo me molestaron, sino que me indignaron.

Resulta que en base a la serie "Los archivos del Cardenal" de TVN que habla de las torturas y asesinatos en dictadura en base a los archivos de la Vicaría para la Solidaridad de los años 80, que ha tenido una sintonía bastante aceptable pero no ha podido superar a esa serie para californianos del canal de la vergüenza nacional, ha dicho algunas cosas muy reales pero otras francamente repudiables. Vamos al grano y veamos con qué nos sale este crítico...

Es hora de sincerar los gustos. De dejar de reclamar por la mala televisión, de decir que todos los canales ofrecen el mismo menú y que la calidad es exclusiva del cable. Dejémonos de tonterías, de esnobismos intolerables. Ya está bueno ya.

(Espacio de ironía) Si señor, dejemos de decir que la tele es mala. Ya basta de quejarnos tanto y mamemonos las 12 horas de farándula que nos tiene la televisión chilena. Seamos participes del morbo y veamos Secreto a Voces y Primer Plano. Sigamos consumiendo mierda que así somos los chilenos. Dejemos las cosas tal como están y no aspiremos a algo mejor. (Fin de espacio de ironía)

¿En qué mundo vive este señor? Mención especial a la redacción digna de un niñito de básica: "Ya está bueno YA". Bueh, sigamos...

Los archivos del Cardenal es el mejor programa del año, superior a todo lo que se ha exhibido en estos ocho meses, de una factura notable, de una intensidad y libretos que asombran. Pero con cinco capítulos emitidos, su rating promedio de 13 puntos está demostrando que, cuando hay una oferta así de contundente, no hay suficientes televidentes tras la pantalla. Al menos no proporcional a la magnitud de las quejas.

¿Eso es verdad? A ver... Si, lamentablemente es verdad. El jueves pasado por ejemplo, según los datos de Time Ibope, ni siquiera apareció en el Top 10 de los más vistos, ya que su horario se lo llevó Infieles. Lo cual habla muy mal de los chilenos que piden cultura, pero siguen viendo basura, o algo peor: Ese programa de farándula del canal del logo de juguetera.

Es el people meter, la medición con la que se rige la TV y, entonces, la comprobación numérica de qué es lo que los chilenos quieren ver: una ficción sobre sexo rápido, un dating show y un programa de farándula. Tres contenidos que curiosamente (o no) son maltratados por la opinión pública en los estudios y encuestas.

Que quede claro lo siguiente: Yo reclamo mucho y bastante sobre la pauperrima calidad de la tele chilensis, y cuando me dan cultura, efectivamente veo cultura. Otro ejemplo es el viernes pasado, con motivo de la muerte del cineasta chileno Raul Ruiz, TVN programó el viernes en horario estelar una de sus más recordadas obras, "Palomita blanca". ¿Quién cree que ganó esa noche? Así es, Primer Plano, con ese show de circo que saca lo peor de lo nuestro. Y la película sacó solo 9 puntos.

Demonizar la farándula, los reality shows o el género picaresco siempre ha sido la bandera de lucha de los que claman por una televisión "de calidad", de los que exigen "más cultura", de ese discurso que, en algunos, es penosamente reproducido por miedo a quedar como frívolo, y que con Los archivos del Cardenal se ha caído a pedazos.

O sea, podríamos decir que... ¿Hay gente que dice que no ve farándula pero cuando se va su mujer está pegado a "En portada" y similares? Lamentablemente sí. Los "televidentes de carton" abundan en Twitter. No diré nombres porque todos sabemos quienes son. Pero dejemos de recriminaciones y sigamos...

Pero, a cambio, nadie obliga a ver farándula, el contenido del que se nutren Secreto a voces y 40 ó 20 y que gana la noche de los jueves. Nadie obliga tampoco a ver el destape de la actriz de turno en Infieles.

Es verdad, nadie te está obligando a ver basura. Aquí la culpa es compartida, tanto del chancho -en este caso, los dueños de las cadenas televisivas chilenas- como de quien le da el afrecho -el televidente morboso-. Pero, si tu dices que te carga, ¿Para qué pierdes el tiempo viendola?

Cada quien elige lo que quiere ver y eso es estupendo, además de un derecho. Pero entonces es tiempo de decir en voz alta lo que se prefiere cuando se está frente a un televisor. Terminar de una buena vez con el doble estándar y dejar de pedir lo que, al final del día, no se quiere ver.

Para, para, para, para...¿O sea, la gente quiere ver morbo? La gente está cansada de tantas horas de basura, pero hay gente que si le gusta verla y se siente bien viendola, pero ¿Qué hay de los que queremos ver a (inserte el cantante o grupo gringo o latino de su preferencia aquí) en nuestras pantallas? Se supone que la Televisión Digital dará esa facilidad pero, ¿Quién asegurará que sea así? Porque el CNTV vaya que ha criticado las emisiones toxicas de la pantalla chica pero nunca hacen caso y toman cartas en el asunto.

En conclusión, pareciera que el señor Munizaga es conformista y prefiere quedarse con un modelo que solo representa al público C3 para abajo -los que ven programas de la talla de "SAV"-, porque esta columna se puede interpretar perfectamente como "Ya po, dejen de alegar, la televisión es así y dejemoslo tal como está". Ese ambiente de realismo es el que tiene estancado tanto a la tele como al país, ya que nos impide dar más del potencial que ya tenemos, porque estamos acostumbrados a dejar todo "a la shilean wey". ¿Capta o no capta?

Y si miramos más allá, veremos que en otros países como Europa son más reservados en el temita de la "televisión farandulera". En Brasil practicamente no existe. Y en Argentina, si bien está a la orden del día, hay canales que critican abiertamente estas prácticas, como la TV Pública del país de al lado que hace buena ficción y buenos programas de servicio público. O en Perú donde si bien hay farándula, no se lleva todo el presupuesto anual de las televisoras, ya que la especialidad de ellos son los programas de reportajes y humoristicos como "El especial del humor" o "Recargados de risa". Además que en la tierra del Rimac, hay programas juveniles pero que, a diferencia de los nuestros, SI aportan, te muestran los estrenos de cine y hasta te presentan nuevos grupos. Algo muy distante a la realidad de "Yingo".

Por eso, mientras sigan criticos que avalen las practicas malas de los canales de televisión como el señor Munizaga, la TV siempre será una mierda. Pero no se preocupen, que habemos pocos que queremos algo mejor para las nuevas generaciones y para los tiempos de la TDT. Porque como diría mi amigo Lucho Volke: "Si la TV supo el camino del bien al mal, perfectamente sabrá la del camino entre el mal y el bien". Los recursos están.
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